lunes, 31 de enero de 2011

¿Cómo comprueba el Vaticano que alguien fue santo? Claves del proceso de canonización


¿Cómo comprueba el Vaticano que alguien fue santo? Claves del proceso de canonización.- Esta es una de las ceremonias más solemnes del año porque en ella el Papa declara nuevos santos, es decir, modelos de vida para todos los católicos. Para declararlo, la Iglesia realiza una larga investigación que puede durar años. Durante ese tiempo, el postulador reúne las pruebas para demostrar que el candidato vivió como un héroe las virtudes cristianas.

Silvia Correale es una de las pocas mujeres postuladoras que existen. Esta argentina lleva adelante más de 20 causas de beatificación, entre ellas la del cardenal vietanamita Van Thuan o la del arquitecto de la Sagrada Familia de Barcelona, Antoni Gaudí.

Silvia Correale
Postuladora

“La verdad es que no las he contado minuciosamente. Sé que llevo un número importante de causas adelante, que cubren un poco todas las vocaciones de la vida de la Iglesia”.
Para abrir un proceso de beatificación deben pasar cinco años desde la muerte del supuesto santo. Esos años sirven para valorar si se mantiene viva la fama di santidad de esa persona, o si pasa al olvido.

Silvia Correale
Postuladora
“Ese sentido del pueblo de Dios de que una persona era un santo, nosotros diríamos hoy la opinión pública, ese sentir común de la gente, de la gente común del pueblo de Dios, ya es un signo”.
A continuación se reúnen los testimonios de quienes lo conocieron, para demostrar sus virtudes con hechos concretos y no sólo con opiniones. Con esos datos realiza una biografía detallada llamada “positio”.

Silvia Correale
Postuladora
“Es un libro que recoge la síntesis biográfica del Siervo de Dios y una información sobre cada una de las virtudes cardinales que recibimos en el bautismo: fe, esperanza y caridad. Justicia, prudencia, fortaleza y templanza y también alguna virtud anexa como es la humildad”.
A partir de ese momento, el postulador deberá demostrar un milagro realizado por intercesión del candidato a los altares. La Iglesia lo considera un signo de Dios que certifica que esa persona está en el Cielo.

Primero la Iglesia declara al candidato beato, que significa que puede ser venerado en su diócesis. Para ser declarado santo deberá hacer un nuevo milagro.

Cada vez que se declara un nuevo santo, se corona el trabajo de años de un postulador y su equipo. Silvia Correale asegura que es como “dar a luz a un hijo: se sufre mucho pero es una gran alegría”.

Silvia Correale
Postuladora

“Lleva muchos años, mucho trabajo y cuando ya llega finalmente ese momento es una gran alegría que ya uno ya se olvida de todo lo que pasó antes, que es un trabajo de años y estar detrás de la Causa tratando de aclarar todo los puntos con los superiores de la Congregación”.
Benedicto XVI dice que los santos son como las joyas que adornan la Iglesia. Por eso, el trabajo de postuladores como Silvia Correale es como el del orfebre: mostrar la belleza de cada uno.



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