sábado, 4 de diciembre de 2010

COMUNICADO DE LA SANTA SEDE ANTE LA CONSAGRACIÓN ILÍCITA EN CHINA

ZS10112402 - 24-11-2010 Permalink: http://www.zenit.org/article-37388?l=spanish

COMUNICADO DE LA SANTA SEDE ANTE LA CONSAGRACIÓN ILÍCITA EN CHINA

“Una herida dolorosa a la comunión eclesial”

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 24 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Por su interés, ofrecemos íntegro el comunicado que la Santa Sede ha hecho público hoy en relación a la consagración episcopal del sacerdote Joseph Guo Jincai en Chendge, y que se ha hecho público en inglés, italiano y chino. * * * * * Ordenación episcopal en Chengde (Provincia de Hebei, China Continental) Respecto a la ordenación episcopal del Reverendo Joseph Guo Jincai, que ha tenido lugar el sábado 20 de noviembre corriente, se han recogido informaciones sobre lo que ha sucedido y se está ahora en grado de precisar cuanto sigue:

1. El Santo Padre ha conocido la noticia con profunda amargura, pues dicha ordenación ha sido conferida sin el mandato apostólico y, por ello, representa una dolorosa herida a la comunión eclesial y una grave violación de la disciplina católica (cfr Carta de Benedicto XVI a la Iglesia en China, 2007, n. 9).

2. Es sabido que, en los últimos días, diversos obispos han sido sometidos a presiones y a restricciones de su propia libertad de movimiento, con el fin de forzarles a participar y a conferir la ordenación episcopal. Dichas constricciones, realizadas por Autoridades gubernamentales y de seguridad chinas, constituyen una grave violación de la libertad de religión y de conciencia. La Santa Sede se reserva valorar con profundidad lo sucedido, entre otros puntos, respecto a la validez en lo que respecta a la posición canónica de los obispos implicados.

3. En todo caso, esto repercute dolorosamente, en primer lugar, sobre el Reverendo Joseph Guo Jincai que, a causa de esta ordenación episcopal, se encuentra en una gravísima condición canónica frente a la Iglesia en China y a la Iglesia universal, exponiéndose también a las duras sanciones previstas, en particular, por el canon 1382 del Código de Derecho Canónico.

4. Tal ordenación no solo no ayuda al bien de los católicos en Chengde, sino que les pone en una condición muy delicada y difícil, también desde el punto de vista canónico, y les humilla, porque las Autoridades civiles chinas quieren imponerles un Pastor que no está en plena comunión, ni con el Santo Padre ni con los demás obispos diseminados por el mundo.

5. Muchas veces, durante este año, la Santa Sede ha comunicado con claridad a las Autoridades chinas su propia oposición a la ordenación episcopal del Reverendo Joseph Guo Jincai. A pesar de ello, dichas Autoridades han decidido proceder unilateralmente, a costa de la atmósfera de respeto, fatigosamente creada con la Santa Sede y con la Iglesia católica a través de las recientes ordenaciones episcopales. Esta pretensión de ponerse por encima de los obispos y de guiar la vida de la comunidad eclesial no corresponde a la doctrina católica, ofende al Santo Padre, a la Iglesia en China y a la Iglesia universal, y hace más intrincadas las dificultades pastorales existentes.

6. El Papa Benedicto XVI, en su mencionada Carta de 2007, expresó la disponibilidad de la Santa Sede a un diálogo respetuoso y constructivo con las Autoridades de la República Popular China, con el fin de superar las dificultades y normalizar las relaciones (n. 4). Al reafirmar dicha disponibilidad, la Santa Sede constata con amargura que las Autoridades dejan a la dirección de la Asociación Patriótica Católica China, bajo la influencia del sr. Liu Bainian, asumir actitudes que dañan gravemente a la Iglesia católica y obstaculizan dicho diálogo.

7. Los católicos de todo el mundo siguen con particular atención el accidentado camino de la Iglesia en China: la solidaridad espiritual, con la que acompañan las vicisitudes de los hermanos y de las hermanas chinas, se convierte en ferviente oración al Señor de la historia, para que les sea cercano, acreciente su esperanza y fortaleza, y les de consuelo en el momento de la prueba.

24 de noviembre de 2010
[Traducción de la versión en italiano por Inma Álvarez ©Libreria Editrice Vaticana]

Invitación Asambleas de Oración semanales

¡Cristo te espera!

Adviento exige conversión de mente para transformarlo todo con Dios, dice Cardenal Bertone


En su homilía de la Misa que presidió hoy en Karaganda, Kazakstán, el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, recordó que el tiempo de Adviento está marcado por la esperanza y la conversión de la mentalidad, para transformar la propia vida y el mundo entero con Dios que nace en Navidad.

En la Eucaristía que presidió este sábado, día final de su visita a este país de Asia central, el Cardenal dijo que en el Evangelio de hoy Juan el Bautista hace un especial llamado a la conversión: "quien quiere ser digno del nombre cristiano debe continuamente ‘cambiar de mentalidad’".
"Quien quiere encontrar a Dios, debe continuamente caminar hacia el interior, ir en dirección contraria a la que indica una mentalidad materialista, individualista, hedonista. Y esto vale para todo nuestro modo de concebir la vida", señaló el Cardenal en la Catedral dedicada a San José.
"Cada día, también aquí en Karaganda, nos confrontamos con la realidad concreta que nos circunda. Irrumpe en todas las circunstancias de la vida cotidiana, con una potencia tal que nos tienta a pensar que no hay otra cosa además de esto, pero en realidad: lo invisible es más grande y vale más que todo lo visible".
Para experimentar esta verdad, prosiguió, "es necesario cambiar de mentalidad, superar la ilusión de que el hombre tiene una sola dimensión horizontal, visible, y hacernos sensible y atentos ante su dimensión vertical, la invisible, considerándola de ese modo más importante que todo lo que aparece tan prepotentemente todos los días".
"Juan Bautista nos exhorta a esta metanoia y nos alienta a convertirnos, transformar nuestro modo de pensar para que Dios se haga presente en todos, y por medio de cada uno, en esta tierra y todo el mundo".
El Cardenal Bertone se refirió luego a la necesidad de testimoniar el patrimonio espiritual católico y precisó que "el respeto de los derechos de cada uno, incluso de convicciones personales distintas, es el presupuesto de toda convivencia auténticamente humana. Busque vivir un profundo espíritu de comunión entre vosotros y con todos, inspirándose en lo que dice los Hechos de los Apóstoles sobre la primera comunidad de creyentes" que se aman y comparten todo.
Finalmente el Secretario de Estado Vaticano afirmó que en Navidad el Señor "viene para salvarnos y, en la medida en la que en la fe abramos nuestros corazones, podremos tener la certeza de ser verdaderamente salvados, de obtener la alegría, la paz y la plenitud del amor y contribuir, con la gracia de Dios, a la transformación positiva del mundo".

La TAC se suma decididamente a los Ordinariatos

La TAC se suma decididamente a los Ordinariatos
por La Buhardilla de Jerónimo







John Hepworth, primado de la Traditional Anglican Communion (TAC), ha publicado una declaración acerca de la posición de su comunidad en torno a la implementación de la Constitución Apostólica Anglicanorum Coetibus y la creación de ordinariatos personales.

En su extenso comunicado, anima a los miembros de la TAC a permanecer unidos y a seguir rezando por la exitosa implementación del documento pontificio. Presentamos la traducción de la primera parte del comunicado, en donde se hace una recapitulación de los miembros de la TAC que ya han declarado su firme intención de retornar a la Iglesia Católica mediante los ordinariatos personales.
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Fiesta de San Andrés, 2010

Ha sido anunciada la creación del primero Ordinariato para los anglicanos según la Constitución Apostólica del Papa Benedicto XVI. Como era anticipado, por un enorme número de razones simbólicas e históricas, el primer Ordinariato será creado en Inglaterra.

Esta semana fue anunciado un segundo Ordinariato, para Australia.

Seguramente esto debe llenar de gozo el generoso corazón del Santo Padre. Anglicanorum Coetibus es una respuesta a los muchos pedidos de anglicanos (incluyendo nuestra petición) en los años en los que las esperanzas de unidad de la ARCIC (Comisión Internacional Anglicana – Católica Romana) se desvanecieron. Es también una respuesta a la desintegración de la comunión anglicana en los últimos treinta años. Y es, sobre todo, un reconocimiento de que muchas comunidades anglicanas han llegado, a través del camino ecuménico de los últimos cien años, a una fe y una vida sacramental que es plenamente católica. En la bella frase del Santo Padre, estas comunidades están listas para entrar en la plena comunión de la Iglesia Católica en una manera corporativa.

Este es un momento para reflexionar sobre la sabiduría profética del Papa Benedicto. Es un momento para agradecerle por su valiente confianza en que los anglicanos responderían. Es un tiempo para intensificar nuestras oraciones por él. ¡Que el Señor lo proteja y fortalezca!

Es también un tiempo para recordar en nuestras oraciones al arzobispo [anglicano] de Canterbury, quien reconoció recientemente en Roma el testimonio profético de esta iniciativa.

Se esperan, en breve, los anuncios acerca de los otros dos países inicialmente involucrados en los preparativos para los Ordinariatos anglicanos (Canadá y los Estados Unidos). Es también importante que el resto del mundo anglicano sepa que la Constitución Apostólica tiene un alcance global. En nuestra propia comunión [la TAC], otras cuatro provincias han aprobado resoluciones afirmando que buscan formar un Ordinariato.

Han existido intrincadas dificultades este año. La implementación de la Constitución Apostólica ha planteado dificultades, incluido el modo en que el texto de la misma debe ser interpretado. Hemos descubierto qué poco conocimiento detallado tenemos del modo en que la Iglesia Católica hace las cosas; y los oficiales católicos han descubierto, creo, su necesidad de adquirir un conocimiento mejor y más profundo del anglicanismo contemporáneo. Hubo un tiempo en el que nos hemos sentido excluidos. No éramos capaces de ver claramente cómo sería iniciado el Ordinariato, o cómo sería el proceso para clérigos y laicos. Tal incertidumbre condujo a sentimientos de inseguridad. En tanto que mi actividad como Primado lo ha requerido, he elevado una serie de cuestiones a las autoridades católicas que asisten en el proceso de implementación.

Ahora estoy en posición de decir que tengo mucha más tranquilidad en cuanto a los procesos de implementación.

En Inglaterra, el obispo Mercer ha tenido una reunión muy productiva con el delegado episcopal para el Ordinariato (que representa tanto a la Conferencia Episcopal como a la Congregación para la Doctrina de la Fe). Veinticuatro clérigos de la TAC han indicado su firme intención de buscar la ordenación y la participación como miembros del Ordinariato inglés. El obispo Mercer (héroe de los días más oscuros – del “terrorismo rhodesiano” – cuando era obispo de Matabeleland) se convierte en el sexto obispo anglicano que busca ser parte de dicho Ordinariato.

En los Estados Unidos, la creación de una comunidad de anglicanos que quieren el Ordinariato y que provienen de distintos ámbitos fue enormemente promovida por una reunión, hace dos semanas, en la Parroquia de Uso Anglicano - San Antonio. El delegado episcopal, junto con su trabajador (y también ex-anglicano) secretario, están recolectando la información necesaria para el anuncio formal de una agenda a seguir. He creado una estructura para los grupos de la TAC que desean ingresar en el Ordinariato de los Estados Unidos, de modo que puedan rezar, planificar y esperar en armonía. El arzobispo Falk, el obispo Moyer y el obispo Campese están involucrados en dicho trabajo. Ellos, junto con otros obispos eméritos de la TAC en los Estados Unidos (los obispos Hudson y Stewart), ingresarán en el Ordinariato. Hasta el momento, cincuenta y un sacerdotes de la TAC en los Estados Unidos han indicado que buscarán la admisión.

El obispo García de Puerto Rico y el obispo Rodríguez de América Central, con el consentimiento unánime de sus Sínodos, han pedido Ordinariatos para sus respectivas provincias.

Los obispos de la TAC en Canadá (Wilikinson, Reid y Botterill) han pedido un Ordinariato. Hasta el momento, cuarenta y tres miembros del clero han anunciado su intención de buscar la admisión en el Ordinariato junto con sus obispos.

En Australia, el delegado episcopal y yo hemos convocado a todos los clérigos y laicos que buscan unirse al Ordinariato australiano para una reunión llamada “San Antonio del Sur”, entre el 1 y el 3 de febrero. Canadá tendrá una reunión similar, llamada “San Antonio en la Nieve”. La Iglesia de Torres Strait y la Nippon Kristos Sei Ko Kai (la TAC en Japón) están involucradas en la implementación de la Constitución Apostólica en Australia. Mis dos obispos sufragáneos (Entwistle y Robarts), junto con el anterior obispo anglicano de Yokohama (Kajiwarra), el obispo de Torres Strait (Nona) y un obispo emérito de la Iglesia Anglicana de Australia también buscan ingresar en el Ordinariato. En línea con su autonomía histórica, la Iglesia de Torres Strait busca la creación de un Ordinariato para su propia gente, dispersa a lo largo de Australia. Hasta el momento, veintiocho sacerdotes de la TAC (sin incluir a los de Torres Strait) han indicado su firme intención de formar parte del Ordinariato.

Me han asegurado que se nombrarán delegados episcopales para otras regiones. Tengo planeado visitar Japón y Latinoamérica en febrero, y también hacer algunas visitas importantes a la India y África, previo al nombramiento de delegados.

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Fuente: Rorate Caeli
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

Parroquia anglicana se une a la Iglesia Católica

Parroquia anglicana se une a la Iglesia Católica



La comunidad anglicana de San Juan Evangelista en Calgary se ha convertido en la primera parroquia anglicana de Canadá que da el paso de unirse a la Iglesia Católica, tras el ofrecimiento que el año pasado hizo Papa Benedicto XVI a los anglocatólicos en la «Anglicanorum Coetibus». El 90% de los parroquianos se han mostrado de acuerdo con la decisión.
La hasta ahora comunidad eclesial anglicana se había manifestado previamente en contra de la ordenación de mujeres y del matrimonio homosexual. La estructura en la que se integrará la nueva parroquia católica está siendo puesta en marcha por el Arzobispo de Toronto y será con total seguridad un ordinariato.
Está previsto que la comunidad siga teniendo por párroco al presbítero anglicano que la dirigía hasta ahora, aunque él mismo habrá de recibir la ordenación sacerdotal en la Iglesia Católica. Casado y con dos hijos, se acogerá a las excepciones a la regla del celibato que la Iglesia concede a los pastores luteranos y anglicanos que se convierten al catolicismo y quieren seguir desempeñando un ministerio pastoral.
La propiedad del tempo no será objeto de disputa entre la diócesis anglicana y la diócesis católica debido a que el edificio es propiedad de quienes ahora piden ser aceptados en la plena comunión con la Iglesia Católica. En efecto, los parroquianos aseguran que el templo les pertenece, entre otras razones, porque han contribuido a su mantenimiento durante décadas, lo cual les da derecho legal sobre el mismo.

Teólogos católicos deben amar a Dios y estar en comunión con la Iglesia, afirma Papa Benedicto XVI



Al recibir este mediodía a los miembros de la Comisión Teológica Internacional, que acaban de celebrar su sesión plenaria, el Papa Benedicto XVI resaltó que para desarrollar bien su trabajo los teólogos tienen que amar a Dios y estar siempre en comunión con la Iglesia.

En su discurso en italiano el Santo Padre señaló que "quien ha descubierto en Cristo el amor de Dios, insuflado por el Espíritu Santo en nuestros corazones, desea conocer mejor a Aquel por quien es amado y que ama. Conocimiento y amor se sostienen. Como han dicho los Padres de la Iglesia, quien ama a Dios está destinado a convertirse, en cierto sentido, en un teólogo, en alguien que habla con Dios, que piensa en Dios y buscar pensar con Dios".

"Mientras que el trabajo profesional del teólogo es para algunos una vocación de gran responsabilidad ante Cristo y la Iglesia. Poder estudiar profesionalmente a Dios mismo es poderle hablar –dice Santo Tomás de Aquino– es un gran privilegio", continuó.

El Papa afirmó luego que "la reflexión sobre la visión cristiana de Dios puede ser una valiosa contribución tanto para la vida de los fieles como para nuestro diálogo con los creyentes de otras religiones y también con los no creyentes".

En la teología, prosiguió, "tratamos de comunicar a través del ‘logos’ lo que ‘hemos visto y oído’. Podemos pensar en Dios y comunicar lo que pensamos porque Él nos ha dotado de una razón en armonía con su naturaleza. De hecho, conocer a Dios en su verdadera naturaleza es la manera segura de garantizar la paz. Un Dios que no se percibe como fuente de perdón, no puede ser luz en el camino de la paz".

"Ningún sistema teológico puede subsistir a menos que esté impregnado por el amor de su divino ‘Objeto’, si no se nutre siempre del diálogo –es decir, de la aceptación en la mente y en el corazón del teólogo– con el Logos divino, Creador y Redentor".

En este sentido el Papa señaló que la teología "debe ser fiel a la naturaleza de la fe de la Iglesia: centrada en Dios, enraizada en laoración, en comunión con los demás discípulos del Señor garantizada por la comunión con el Sucesor de Pedro y todo el Colegio de los Obispos".

Benedicto XVI dijo además que "esta acogida y transmisión del Logos también tiene como consecuencia que la misma racionalidad de lateología ayuda a purificar la razón humana liberándola de ciertos prejuicios e ideas que pueden ejercitar un fuerte influjo sobre el pensamiento de cada época".

"Es necesario resaltar de otro lado que la teología vive siempre en continuidad y en diálogo con los creyentes y teólogos que han venido antes de nosotros, porque así como la comunión eclesial es diacrónica (ocurre a lo largo del tiempo), también lo es la teología".

El Papa subrayó que "el teólogo nunca parte de cero, sino que considera como maestros a los padres y teólogos de toda la tradición cristiana. Enraizada en la Sagrada Escritura, leída con los Padres y Doctores, la teología puede ser una escuela de santidad, como lo testimonió el beato John Henry Newman. Descubrir el valor permanente de la riqueza transmitida por el pasado es una contribución importante de la teología en el ámbito de las ciencias".

Benedicto XVI afirmó también que "Cristo ha muerto por todos, incluso si no todos lo saben o lo aceptan. Habiendo recibido el amor de Dios, ¿cómo podríamos no amar a aquellos por quienes Cristo ha dado la propia vida? ‘Él ha dado su vida por nosotros, entonces tenemos que dar la vida por nuestros hermanos’. Todo esto nos llevar al servicio de los otros en nombre de Cristo, en otras palabras, el compromiso social de los cristianos proviene necesariamente de la manifestación del amor divino".

"La contemplación de Dios revelado y el amor al prójimo no se pueden separar, incluso si se viven de acuerdo con diferentes carismas. En un mundo que a menudo aprecia muchos dones del cristianismo –como por ejemplo la idea de la igualdad democrática, hija del monoteísmo evangélico– sin comprender la raíz de sus ideales, es particularmente importante mostrar que los frutos mueren si se corta la raíz del árbol".

"De hecho –precisó el Papa– no existe justicia sin verdad, y la justicia no se desarrolla plenamente si su horizonte se limita al mundo material. Para nosotros los cristianos, la solidaridad social siempre tiene una perspectiva de eternidad".

Finalmente Benedicto XVI resaltó que "no se puede ser teólogos en la soledad: los teólogos tienen necesidad del ministerio de los pastores de la Iglesia, como el Magisterio tiene necesidad de teólogos que desempeñen en profundidad su servicio, con la elevación espiritual que esto lleva aparejado".

EL PAPA DE LA RAZON-DOCUMENTAL SOBRE BENEDICTO XVI

Analistas católicos critican ley de "vientres prestados" en México

Analistas católicos critican ley de "vientres prestados" en México

El Consejo de Analistas Católicos de México criticó la ley de maternidad subrogada aprobada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), porque viola la dignidad humana y convierten a los bebés en productos de fábrica.
La mayoría del Partido de la Revolución Democrática (PRD), aprobó la ley de maternidad subrogada que permite a las parejas impedidas de procrear hijos, solicitar un "vientre prestado" para cobijar un embrión obtenido por fecundación in vitro.
Asimismo, el PRD rechazó dos iniciativas de representantes del PRI y del PAN para impedir que esta ley sea utilizada por parejas homosexuales y evitar que el feto sea abortado en caso de tener malformaciones.
Ante esto, los analistas católicos expresaron que "esta ley es ilícita, porque permite una procreación que no es resultado de un acto específicamente conyugal, además de que la procreación natural es la única conforme con la dignidad de la persona humana".
Indicaron que se trata de "un dramático extravío antropológico producto de una tiranía del relativismo ético". Señalaron que no se puede reconocer esta ley como un avance bioético, "cuando la ALDF se ensaña en campañas publicitarias en contra de la natalidad y en políticas de planificación forzada".
Los expertos criticaron que no se den normas para facilitar la adopción y que más bien, bajo una supuesta "tolerancia" legal, conviertan al bebé "en un objeto o producto fabricado por la técnica, finalizado a satisfacer el deseo o capricho de sus padres y no en sujeto de derechos".
También criticaron que esta ley quede a merced de las parejas homosexuales, con lo que quedará perpetuada "la ruptura de la estructura familiar".


aciprensa.com

Papa Benedicto XVI es artífice de reforma penal en la Iglesia ante abusos sexuales



El Secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Mons. Juan Ignacio Arrieta, detalla en un extenso artículo cómo el entonces Cardenal Ratzinger y ahora Papa Benedicto XVI ha sido y es el alma y artífice de la reforma penal en la Iglesia Católica para hacer frente a una serie de delitos graves, incluyendo los abusos sexuales cometidos por algunos miembros del clero.
El artículo de Mons. Arrieta se titula "La influencia del Cardenal Ratzinger en la revisión del sistema penal canónico", ha sido adelantado de modo resumido en L’Osservatore Romano y será publicado este sábado 4 de diciembre en la revista italiana Civiltà Cattolica.
En este texto el funcionario vaticano resalta el "papel determinante que, en este proceso de más de veinte años de renovación de la disciplina penal, ha desempeñado la decidida actuación del actual Pontífice, hasta el punto de representar sin duda alguna, junto a tantas otras iniciativas concretas, una de las ‘constantes’ que ha caracterizado la acción de Joseph Ratzinger".
Mons. Arrieta hace un balance de la aplicación del Código de Derecho Canónico aprobado en 1983 y los principales problemas en su ejecución, que llevó al Papa Benedicto XVI a pedir la adecuación del Libro VI sobre las sanciones en la Iglesia.
Como primer resultado concreto de esta tarea, explica Mons. Arrieta, está el borrador que "en las próximas semanas, el Pontificio Consejo para los Textos Legislativos enviará a sus miembros y consultores" para la adecuación del mencionado Libro VI.
El pedido de 1988 del Cardenal Ratzinger
En febrero de 1988, el entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Joseph Ratzinger, solicitó a la Pontificia Comisión para la Interpretación Auténtica del Código de Derecho Canónico, presidida por el Cardenal Rosalío Castillo Lara, que los procedimientos ante determinados casos graves sean más rápidos y simplificados.
Este texto, comenta Mons. Arrieta, "ha sido retomado durante los trabajos que está realizando en estos momentos el Pontificio Consejo para los Textos Legislativos para revisar el Libro VI del Código".
Para el Secretario de este dicasterio, la carta del Cardenal Ratzinger, "refleja, ante todo, la repugnancia natural del sistema de la Justicia para conceder como ‘acto de gracia’ (dispensa de las obligaciones sacerdotales) algo que, en cambio, es necesario imponer como castigo (dimisión del estado clerical)".
"En efecto, en ocasiones, queriendo eludir las ‘complicaciones técnicas’ de los procedimientos establecidos en el Código para castigar conductas delictivas, se recurría a que el culpable pidiera ‘voluntariamente’ abandonar el ministerio sacerdotal".
Mons. Arrieta señala que "actuando de este modo, se renunciaba también a la Justicia y, como señaló el Cardenal Ratzinger, se dejaba injustamente de lado ‘el bien de los fieles’. Ése era el motivo central de la petición, y también la razón por la que se hacía necesario dar prioridad, en estos casos, a la imposición de justas sanciones penales mediante procedimientos más rápidos y sencillos que los previstos en el Código de Derecho Canónico".
Pastor Bonus
En junio de 1988, la constitución apostólica Pastor Bonus que modificó la organización de la curia Romana establecía en su artículo 52 la jurisdicción penal exclusiva de la Congregación para la Doctrina de la Fe, no sólo respecto de los delitos contra la fe o en la celebración de los sacramentos, sino también respecto de los "delitos más graves cometidos contra la moral".
Este texto, explica el Obispo Arrieta, fue propuesto por la Congregación presidida por el Cardenal Ratzinger en función de la propia experiencia.
"Así, pues, y con respecto a la situación anterior, el cambio de la Constitución apostólica Pastor Bonus es evidentemente relevante, sobre todo si se tiene en cuenta que esta vez se llevaba a cabo en el contexto normativo del Código de 1983 y, con referencia a los delitos en él definidos, además del "derecho propio" de dicha Congregación. Toda una categoría de delitos, que el Sumo Pontífice confiaba a la jurisdicción exclusiva de la Congregación para la Doctrina de la Fe", explica el Obispo.
Otras dos intervenciones importantes
El Secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos explica que la primera fue la preparación de las Normas sobre los denominados "delicta graviora" en los años 90s’, cuyas últimas modificaciones fueron publicadas por la Congregación para la Doctrina de la fe en julio de este año.
"Esas Normas dieron efectividad al art. 52 de la Constitución apostólica Pastor Bonus al indicar en concreto cuáles eran los delitos contra la moral y los cometidos en la celebración de los sacramentos que había que considerar como ‘particularmente graves’ y, por tanto, de la exclusiva competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe", señala.
Otra intervención del Papa, que es poco conocida, explica Mons. Arrieta, es la que tiene que ver con la aplicación del sistema penal del Código de Derecho Canónico en los lugares de misión, en donde es más complicado aplicarlo.
Las facultades especiales, para actuar en situaciones penales graves, para la Congregación para la Evangelización de los Pueblos fueron solicitadas en 1997 en una asamblea plenaria en la participó como relator el entonces Cardenal Ratzinger.
Estas disposiciones fueron ampliadas en el año 2008 ya bajo el pontificado de Benedicto XVI, que también fueron concedidas a la Congregación para el Clero.