sábado, 12 de marzo de 2011

El arzobispo de Toronto ofrece “lasaña espiritual” en su nuevo libro


Una frase de la Biblia y unos minutos de reflexión en silencio. Repetir este proceso varias veces. Son los ingredientes para preparar “lasaña espiritual”, una propuesta original lanzada por el arzobispo de Toronto, Thomas Collins, para estudiar la Biblia. Es la receta que ha “cocinado” en la catedral de Toronto y en la televisión canadiense Salt and Light.


Es el centro de su libro “Camino a nuestro corazón” que llegará a las librerías en  abril. Contiene meditaciones del arzobispo sobre el Sermón de la Montaña.

El nombre tradicional de este tipo de meditación es “Lectio Divina”, una forma de oración que el Papa recomendó a los católicos en el año 2005 por sus beneficios espirituales.

El arzobispo Collins asegura que es una manera muy eficaz de aprender a escuchar a Dios.

Mons. Thomas Collins
Arzobispo de Toronto (Canadá)
“Creo que con demasiada frecuencia estudiamos dando prioridad al texto. Normalmente en los colegios se va página por página, de manera un poco seca. Creo que es importante escuchar más lo que Dios nos dice en ese texto”.
El editor Thomas Rosica asegura que este libro es el primero de varios volúmenes de las meditaciones del arzobispo y que es un perfecto complemento al programa televisivo.

P. Thomas Rosica
CEO, Salt + Light TV
“Mucha gente que ve el programa en Youtube o en televisión, nos escribe para decirnos “Parece bastante sencillo y ayuda a meditar”. Muchos tienen su Biblia abierta cuando el arzobispo la lee; otros, van a la catedral para verlo directamente. Es natural, son cosas que se complementan”
“Camino a nuestro corazón” será publicado por la editorial Ave Maria Press.

 
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Los afrocatólicos quieren mayor protagonismo


Uno de los grupos de católicos con más historia en Estados Unidos son los afroamericanos. Jamie Phelps es una de las principales expertas en la materia. Dirige el Centro de Estudios Afrocatólicos de la Xavier University en Nueva Orleans. Ha viajado a Roma para contar su historia y concienciar sobre el papel que desempeñan.


Jamie Phelps

Directora Estudios Afrocatólicos, Xavier University (US)
“En los años 60 empezamos a decir que igual que algunos se autodefinían “católicos irlandeses”, tambien puede hablarse de afrocatólicos. Somos católicos romanos de ascendencia africana. Para abreviar, afrocatólicos”.

De los 270 millones de afrocatólicos que hay en todo el mundo, unos 3 millones viven en Estados Unidos, sobre todo en grandes ciudades como New Orleans o Chicago.Muchas de sus organizaciones se remontan al movimiento por los Derechos civiles, del que nació la Oficina Nacional para Afrocatólicos.

Jamie Phelps
Directora, Estudios afro-católicos, Universidad de Xavier

“Precisamente, con el Movimiento por los Derechos Civiles surgieron grupos de religiosas afrocatólicas o sacerdotes afrocatólicos, para plantearnos cuál era nuestro papel en la Iglesia católica y en la comunidad negra”.

El embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede organizó esta conferencia con Jamie Phelps para recordar el Mes de la historia Afroamericana. El embajador señaló que la comunidad hispana en Estados Unidos también tiene una larga historia, que a veces se ha entremezclado con la de los afrocatólicos.

Miguel H. Díaz
Embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede

“Tenemos una larga historia en común porque muchos católicos latinos tienen raíces afroamericanas. Estados Unidos tiene una sociedad muy rica compuesta por diferentes culturas y pueblos”.

Jamie Phelps destaca que las escuelas católicas atienden a católicos afroamericanos desde el siglo XIX. Algo que ha ayudado a los obispos a promover la justicia social a medida que la sociedad evolucionaba. Y asegura que hay que ayudar a financiar estas escuelas, como un modo concreto de apoyar a los afrocatólicos.

romereports.com

En nuevo libro el Papa retoma debate sobre exegesis bíblica


En su segundo libro sobre Jesucristo que publica como teólogo desde su ascenso al pontificado, el Papa Benedicto XVI reabre el debate sobre los métodos de interpretación de la Biblia y específicamente señala el agotamiento del llamado método histórico-crítico.

El llamado método histórico-crítico es una forma de investigación bíblica que busca comprender las Sagradas Escrituras a partir del contexto histórico en que los textos fueron escritos, recurriendo a los aportes de otras disciplinas seculares como la filología, la arqueología, etc.

En la introducción del libro "Jesús de Nazaret. Del Ingreso a Jerusalén a la Resurrección", presentado ayer en el Vaticano por el Prefecto de la Congregación para los Obispos, Cardenal Marc Ouellet, el Papa señala que "una cosa me parece obvia: en 200 años de trabajo exegético, la interpretación histórico-crítica todo ha dado hasta ahora todo lo esencial que tenía para dar".
"Si la exégesis bíblica científica no quiere agotarse en siempre nuevas hipótesis convirtiéndose teológicamente en insignificante, debe dar un paso metodológicamente nuevo y reconocerse nuevamente como disciplina teológica, sin renunciar a su carácter histórico".
Para el Papa, el método histórico crítico "debe aprender que la hermenéutica positivista en la que se basa no es expresión de la razón exclusivamente válida que definitivamente se ha encontrado a sí misma, sino que constituye una determinada especie de racionabilidad históricamente condicionada, capaz de corrección y de integración y necesitada de ellas".
"Tal exégesis debe reconocer que una hermenéutica de la fe, desarrollado de modo justo, es conforme al texto y puede conjugarse con una hermenéutica histórica consciente de los propios límites para formar un todo metodológico".
Benedicto XVI señala luego que "naturalmente, esta conjunción de dos géneros de hermenéutica muy diferentes entre ellas es una tarea que debe realizarse siempre de nuevo. Pero tal conjunción es posible, y a través de ella las grandes intuiciones de la exégesis podrán en un contexto nuevo volver a dar fruto".
"No pretendo afirmar que en mi libro esta conjunción de las dos hermenéuticas sea ahora una cosa lograda a fondo. Sin embargo espero haber ya dado un buen paso en tal dirección. En última instancia de se trata de retomar finalmente los principios metodológicos para la exégesis formulados por el Concilio Vaticano II: una tarea que por desgracia casi nadie ha afrontado".
"Exagerando un poco -prosigue el Papa- se podría decir que quería encontrar al Jesús real, a partir del cual, solamente, se hace posible cualquier cosa como una 'cristología desde abajo'".
"El 'Jesús histórico', como aparece en la corriente principal de la exégesis crítica sobre la base de sus presupuestos hermenéuticos, es bastante insignificante en su contenido para haber podido ejercitar una gran eficacia histórica, y demasiado ambientado en el pasado para hacer posible una relación personal con Él".
El Santo Padre afirma además que conjugando las dos hermenéuticas a las que se refiere "he buscado desarrollar una mirada sobre el Jesús de los Evangelios y una escucha de Él que pudiera convertirse en un encuentro y, sin embargo, en la escucha en comunión con los discípulos de Jesús de todos los tiempos, llegar también a la certeza de la figura verdaderamente histórica de Jesús".
Sobre la exégesis, el Cardenal Marc Ouellet señaló en su presentación del libro que "el propósito del Santo Padre es el de andar con ellos (los exegetas) más lejos, en estricto rigor científico, cierto, pero también en la fe en el Espíritu Santo que llega a las profundidades de Dios en la Sagrada Escritura. En este foro, los intercambios fecundos predominan más que los acentos críticos, y eso contribuye a hacer mejor conocer y reconocer la esencial contribución de los exégetas".
En la parte final de la introducción, el Papa Benedicto XVI afirma que "también si naturalmente quedaran detalles por discutir, espero sin embargo que me sea dado el acercarme a la figura de nuestro Señor de modo que pueda ser útil a todos los lectores que quieren encontrar a Jesús y creerle".
El Cardenal Ouellet se pregunta al respecto si es que "¿no hay tal vez grandes esperanzas en este reacercamiento entre la exégesis rigurosa de los textos bíblicos y la interpretación de la Sagrada Escritura?"
"Yo no puedo hacer menos que vislumbrar en este libro la aurora de una nueva era de la exégesis, una prometedora era de exégesis teológica", finalizó.
El Papa Juan Pablo II se refirió a las limitaciones del método histórico-crítico en su discurso a la Pontificia Comisión Bíblica publicado en 1993: "como todas las cosas humanas, también este método implica riesgos, a pesar de sus positivas posibilidades: la búsqueda del sentido original puede conducir a trasponer completamente la palabra en el pasado, de modo que no se la perciba ya en su dimensión presente".
"Puede conducir a que solamente la dimensión humana de la palabra aparezca como real, mientras el verdadero autor, Dios, se escapa a la percepción de un método que ha sido elaborado precisamente para la comprensión de cosas humanas. La aplicación de un método 'profano' a la Biblia debía de suscitar confrontaciones".

aciprensa.com