martes, 1 de febrero de 2011

Situación de los religiosos en el mundo

 
Situación de los religiosos en el mundo.-Según los últimos datos publicados, en el mundo hay un total de 793.709 religiosos, 8.061 menos que en el año precedente. El número de mujeres religiosas es muy superior al de hombres. Hay 739.000 mujeres religiosas y 55.000 religiosos.

La mayoría de las órdenes no contemplativas prestan ayuda en los campos de la enseñanza y la salud. Además la espiritualidad y actividades de los religiosos reflejan la riqueza de la Iglesia católica. 

Mons. Joseph William Tobin
Secretario, Congregación para los Religiosos
La imagen que propongo para explicar la vida consagrada es la de un bosque con muchas flores y plantas, algunas recién nacidas, otras ya antiguas. Es un ecosistema que hay que cuidar. Lo que hace nuestro dicasterio es cuidar este bosque. Es muy bonito, porque igual que la selva amazónica da oxígeno al mundo, la vida consagrada también hace respirar a la Iglesia y al mundo”. 

Sor Enrica Rosanna
Subsecretaria, Congregación para los Religiosos
Una de las características más peculiares de la vida consagrada es que está en donde hace falta, donde hay nuevas necesidades, como por ejemplo el mundo de la droga, los sin techo y la educación. En el mundo actual, con tantas familias rotas, y la sociedad secularizada, pienso que el sector educativo debe ser nuestra prioridad”. 

A primera vista puede parecer que la vida religiosa ha cambiado mucho en los últimos años porque los retos y las actividades que tienen que afrontar son muy distintos de los del pasado. Pero no cambia su donación total ni su misión en la Iglesia. 

Card. Achille Silvestrini
Prefecto Emérito de la Congregación para las Iglesias orientales
Los retos de la vida consagrada son los que la sociedad de hoy propone, a veces de manera agresiva. La vida consagrada tiene un gran significado dentro de la vida cristiana, así que en una sociedad cambiante, la vida consagrada tiene una gran capacidad para proponerse como estilo de vida. Es muy actual”. 

Mons. Joseph William Tobin
Secretario, Congregación para los Religiosos
Los retos para la vida consagrada son muy distintos y dependen de la región del mundo en la que se esté, pero el principal es el de ser siempre fiel a las raíces y a las tradiciones cristianas y de ser mensajeros de un Evangelio comprensible al mundo de hoy”.  

La presencia de los religiosos en la Iglesia es muy desigual en los cinco continentes. 

Europa es el continente en el que más han disminuido las vocaciones, hay 8.700 menos respecto al año pasado, pero también es el que más presencia de religiosos tiene con un total de 320.000. Le sigue América, con 220.000. En el continente americano las vocaciones también disminuyeron respecto a 2009. 

El tercer puesto en número de vocaciones es para Asia. Allí son más de 170 mil los religiosos y religiosas. Es el continente en el que más ha aumentado el número de vocaciones, con 2.200.

En África viven un total de 71.700 religiosos, 1.940 más que en el año 2009.  

El último puesto es para Oceanía. El continente más pequeño cuenta con 10.878 los religiosos, 257 menos que el año pasado.

Benedicto XVI define a los religiosos un “puente hacia Dios”. Según el Papa, con su vida recuerdan especialmente “el amor y el perdón de Dios a los hombres”. Puentes distribuídos por los cinco continentes que con su ejemplo y su dedicación acercan a los demás a Dios. 

 
romereports.com

El mundo necesita a Dios y espera vocaciones de la Iglesia, dice el Papa Benedicto

El mundo necesita a Dios y espera vocaciones de la Iglesia, dice el Papa Benedicto.- El Papa Benedicto XVI señaló que el mundo siempre necesita a Dios y por eso espera la respuesta generosa de miembros de la Iglesia que se dediquen de por vida a la causa del Evangelio como concreción de su vocación.

En su mensaje al II Congreso Continental Latinoamericano de Vocaciones que se celebra en Cartago (Costa Rica) del 31 de enero al 5 de febrero bajo el lema "Maestro, en tu Palabra echaré las redes", el Papa señaló que "una acción misionera más incisiva trae como fruto precioso, junto al fortalecimiento de la vida cristiana en general, el aumento de las vocaciones de especial consagración".
"De alguna manera, la abundancia de vocaciones es un signo elocuente de vitalidad eclesial, así como de la fuerte vivencia de la fe por parte de todos los miembros del Pueblo de Dios".
En el texto con fecha 21 de enero y dado a conocer hoy, el Papa recordó que el Concilio Vaticano II afirma que "toda la comunidad cristiana tiene el deber de fomentar las vocaciones, y debe procurarlo, ante todo, con una vida plenamente cristiana".
"La experiencia nos enseña que, allí donde hay una buena planificación y una práctica constante de la pastoral vocacional, las vocaciones no faltan. Dios es generoso, e igualmente generoso debería ser el empeño pastoral vocacional en todas las Iglesias particulares".
El Papa se refirió luego a la centralidad del cuidado de la vida espiritual para el cultivo de las vocaciones: "La vocación no es fruto de ningún proyecto humano o de una hábil estrategia organizativa. En su realidad más honda, es un don de Dios", resaltó.
La vocación, continuó, es "una iniciativa misteriosa e inefable del Señor, que entra en la vida de una persona cautivándola con la belleza de su amor, y suscitando consiguientemente una entrega total y definitiva a ese amor divino".
"Es necesario ofrecer a las jóvenes generaciones la posibilidad de abrir sus corazones a una realidad más grande: a Cristo, el único que puede dar sentido y plenitud a sus vidas. Necesitamos vencer nuestra autosuficiencia e ir con humildad al Señor, suplicándole que siga llamando a muchos".
"Pero al mismo tiempo, el fortalecimiento de nuestra vida espiritual nos ha de llevar a una identificación cada vez mayor con la voluntad de Dios, y a ofrecer un testimonio más limpio y transparente de fe, esperanza y caridad".
Benedicto XVI destacó además la importancia del testimonio de la propia vocación como semilla de nuevas vocaciones: "ciertamente, el testimonio personal y comunitario de una vida de amistad e intimidad con Cristo, de total y gozosa entrega a Dios, ocupa un lugar de primer orden en la labor de promoción vocacional".
"El testimonio fiel y alegre de la propia vocación ha sido y es un medio privilegiado para despertar en tantos jóvenes el deseo de ir tras los pasos de Cristo. Y, junto a eso, la valentía de proponerles con delicadeza y respeto la posibilidad de que Dios los llame también a ellos".
Con frecuencia, continuó el Santo Padre "la vocación divina se abre paso a través de una palabra humana, o gracias a un ambiente en el que se experimenta una fe viva. Hoy, como siempre, los jóvenes 'son sensibles a la llamada de Cristo que les invita a seguirle'".
"El mundo tiene necesidad de Dios, y por eso siempre tendrá necesidad de personas que vivan para él y que lo anuncien a los demás", precisó.
Finalmente el Papa afirmó que "la preocupación por las vocaciones ocupa un lugar privilegiado en mi corazón y en mis oraciones. Les animo, pues, queridos hermanos y hermanas, a que se consagren con todas sus fuerzas y talentos a esta apasionante y urgente tarea, que el Señor sabrá recompensar con creces".

aciprensa.com

Miles aseguran hospedaje por beatificación de Juan Pablo II al día siguiente del anuncio

El 15 de enero, solo un día después del anuncio de la beatificación del Papa Juan  Pablo II en Roma programada para el 1 de mayo, unas 15 mil personas aseguraron su hospedaje en las distintas casas de comunidades religiosas en la Ciudad Eterna.

Lorenzo Amico, trabajador del hotel Domus Aurelia, administrado por la Comunidad Emmanuel, señaló en comunicación telefónica con ACI Prensa este 31 de enero que sus habitaciones fueron reservadas "desde literalmente dos minutos después del anuncio".
Este hotel, ubicado cerca de la Plaza de San Pedro, ha sido ya reservado para toda una semana en los días de la beatificación. Amico dijo además que "hemos recibido llamadas continuamente desde entonces. Incluso cuando toda el área está totalmente copada, nos siguen llamando".
Según información de la prensa local, los lugares cercanos a la Plaza de San Pedro se llenaron rápidamente y los alojamientos aún disponibles están lejos de esta ubicación. Los precios, como era de esperarse, se han duplicado e incluso triplicado.
Algunos analistas señalan que la multitudinaria afluencia que se espera para la beatificación de Juan Pablo II podría compararse con la que asistió a sus funerales en 2005. El Departamento de Protección Civil indica que en esa oportunidad se reunieron en Roma unos tres millones de personas.
Tras el anuncio de que no se necesitará boletos para asistir a la beatificación, la ciudad se prepara para acoger a una multitud desde un "centro de operaciones" que asistirá a los peregrinos, ya sea que tengan alojamiento o no.

aciprensa.com

Mons. Ezzati: Cristianos deben dar testimonio de su fe en la vida pública

Mons. Ezzati: Cristianos deben dar testimonio de su fe en la vida pública.- El nuevo Arzobispo de Santiago (Chile), Mons. Ricardo Ezzati, afirmó en una reciente entrevista que los miembros de la Iglesia necesitan fortalecer su identidad cristiana en la vida diaria, porque solo siendo coherentes con lo que se proclama, se podrá transmitir con convicción el mensaje de Cristo a los hombres de hoy.
"Es impensable, por ejemplo, que un político cristiano no dé testimonio de los valores contenidos en el Evangelio. Es incomprensible que un empresario católico no viva en el campo de la empresa su condición de cristiano. Es inaceptable que un sindicalista, un obrero, no viva en el campo de la vida laboral su condición de cristiano y no haga visible esa realidad", dijo Mons. Ezzati, en una larga entrevista  concedida a la oficina de  Comunicación de la Congregación Salesiana, a la que pertenece.
En la entrevista, el nuevo Arzobispo, que tomó posesión de la arquidiócesis primada de Chile el pasado 15 de enero, señala que el tema de la coherencia cristiana  es "un desafío enorme para la Iglesia" y por tanto sus miembros deben tener la voluntad decidida y clara de ser fieles al proyecto de vida que el Señor ha presentado.
"Eso nos ayuda a tener autenticidad de vida, nos ayuda a tener autoridad moral, porque vivimos lo que profesamos", indicó en la entrevista difundida el 29 de enero.
Mons. Ezzati afirmó que la Iglesia en Santiago y en todo Chile necesita discípulos y misioneros de Jesús para ser signo de comunión con Dios y entre los hombres.
Añadió que como Arzobispo desea "ser puente entre un Dios que se quiere comunicar a los hombres y quiere comunicar todo su proyecto de amor".
"Cristo es sacramento del encuentro de Dios con los hombres y de los hombres entre sí, y así es también la Iglesia y esa es la tarea de todos los cristianos y en particular también del obispo, ser vínculo de comunión y de comunión profunda", dijo. 
En otro pasaje de la entrevista, Mons. Ezzati reconoció que al ser nombrado nuevo Arzobispo de Santiago sintió un poco de temor, "pero es un temor que hace bien, porque permite abrirse justamente a la confianza, permite poner la propia esperanza, no tanto en las fuerzas humanas, no tanto en las capacidades personales, cuanto más bien en la gracia de Dios".
En el momento del nombramiento  "pensé en tantas y tantas personas que han acompañado mi vida desde el hogar, la Congregación (salesiana), la vida de la Iglesia, las relaciones que uno ha ido entablando a lo largo de toda su vida y cada una de ellas ha sido para mí una manifestación de la cercanía de Dios".
 "Nunca he dejado de ser salesiano, nunca he dejado de reconocer que lo que yo soy se lo debo a mi familia religiosa que ha hecho lo imposible para formar en mí un corazón de padre y pastor, al estilo de San Juan Bosco", explicó.
Dijo además que una de las características que aprendió  del espíritu salesiano "y que es propia del ministerio episcopal es justamente la paternidad", porque ésta refleja a Dios y permite "llegar al corazón de las personas, puede comprender, puede perdonar, puede animar, puede tender una mano, puede de alguna manera devolver la vida allí donde no estaba".
Mons. Ezzati también manifestó su admiración por el Cardenal Raúl Silva Henríquez, Arzobispo de Santiago entre 1961 y 1983, cuyo gobierno pastoral se extendió durante los años del gobierno del General Augusto Pinochet. Al respecto dijo que de alguna manera es hijo espiritual del extinto Cardenal "porque he aprendido de él muchísimas cosas", y a la vez también se sintió su padre, porque "en la última etapa de su vida (...), me escogió para que fuera su director espiritual, su acompañante espiritual en momentos muy delicados de su ministerio episcopal".
"Se mezclan en mí dos grandes sentimientos. El más grande sin duda es el del discípulo, del hijo que aprendió de un gran padre cómo se realiza la vocación de pastor con estilo salesiano, y al mismo tiempo la experiencia de haber contribuido, muy limitadamente eso sí, en algunos momentos de su vida en el discernimiento espiritual de sus opciones", concluyó.

aciprensa.com

Líder de oposición en España se compromete a derogar ley del Aborto y EpC

Líder de oposición en España se compromete a derogar ley del Aborto y EpC.- El líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, se ha comprometido a derogar la Ley del Aborto, la asignatura de Educación para la Ciudadanía y el Canon Digital, iniciativas todas del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en el caso de que gane las próximas elecciones generales. Además, ha apostado por alcanzar un "gran pacto" con el PSOE en lo relativo al modelo de Estado.

No obstante, Rajoy no incluye entre sus "diez medidas políticas para el cambio" una reforma en profundidad del Estado Autonómico, según adelanta en su portada del lunes el diario El Mundo, que ha entrevistado al líder de la oposición para desgranar sus propuestas con vistas a las elecciones generales.
"Cuestionar el diseño actual del Estado de las Autonomías sería un disparate", explica Rajoy, para quien una de las mayores necesidades del país es conformar "un gobierno respetable". En este sentido, el líder del PP sí se compromete a garantizar la igualdad de los derechos, deberes y oportunidades de todos los españoles, independientemente de cuál sea la comunidad autónoma en la que vivan.
Entre las diez medidas destacadas por el diario El Mundo se encuentra la derogación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Rajoy quiere impulsar el funcionamiento de una escuela pública que se erija sobre los valores constitucionales sin imponer idearios.
Además, aboga por aplicar los principios contenidos en la Ley de Calidad de la Enseñanza diseñada por el Gobierno del PP, una norma que no llegó a aplicarse tras la llega del PSOE a La Moncloa.
En materia judicial, Rajoy apuesta por restablecer el sistema mixto de elección del Poder Judicial, siguiendo lo establecido por la Constitución, y de esta forma despolitizar al máximo órgano de los jueces. También quiere recuperar el recurso previo de inconstitucionalidad para leyes "importantes" como los estatutos autonómicos. 
En este sentido, Rajoy se compromete a colaborar activamente con la Justicia, a la que entregará cualquier documento, en lo relativo a la investigación del atentado del 11 de marzo de 2004.
Modificar la ley de memoria histórica
Rajoy, que muestra su preocupación por el "circo político", ha adelantado que modificará la Ley de Memoria Histórica, una de las leyes que ha levantado más polémica desde su aprobación por el Gobierno socialista.
Entre las derogaciones de leyes que llevaría a cabo se encuentra la de la Ley del Aborto. El presidente del PP restablecerá la norma anterior a la aprobada recientemente por el Ejecutivo de Zapatero.
También se refiere al Canon Digital, que pretende dejar sin efecto y sustituirlo, según detalla 'El Mundo', por un sistema más justo de protección de los derechos de autor.

aciprensa.com

Autoridad vaticana denuncia "culto al cuerpo" frente a carencia de medicinas básicas


Autoridad vaticana denuncia "culto al cuerpo" frente a carencia de medicinas básicas.- El Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral los Agentes Sanitarios, Mons. Zygmunt Zimowski, hizo un llamado a mejorar la atención de los enfermos más necesitados y superar la desigualdad entre quienes rinden "culto al cuerpo" con el "consumismo farmacológico" y aquellos que no pueden acceder a las medicinas más básicas.
  
En su mensaje por el Día Mundial de la Lepra, que se celebra el 30 de enero, el Arzobispo pidió unir "esfuerzos con el fin de expresar mejor la justicia y el amor a las personas que sufren de la enfermedad de Hansen".
"En nuestros días, por un lado estamos asistiendo a una atención a la salud que limita con el consumismo farmacológicos, médicos y quirúrgicos, casi un culto al cuerpo, y por el otro, la dificultad de millones de personas en el logro de un nivel básico de subsistencia y en la obtención de los medicamentos indispensables para el tratamiento ", explica el Arzobispo.
Mons. Zimowski también considera urgente facilitar el acceso al diagnóstico temprano sobre todo para las víctimas de la enfermedad de Hansen, que a pesar de los avances científicos no ha sido totalmente controlada en el mundo.
Por el diagnóstico tardío la lepra "comienza, imperturbable, su labor destructiva en el cuerpo de la persona afectada, que además de lo que sufre por la enfermedad termina siendo desfigurada de una manera inequívoca e irreversible, lo que también implica una ‘condena’, a menudo junto a su familia nuclear, a la exclusión social y la pobreza".
"Esta desigualdad se amplía en la vida cotidiana de la persona que está físicamente afectada por la lepra. Incluso cuando se cura y ya no es un vehículo de infección, no es readmitida por la estructura social, no encuentra trabajo y se vuelve incapaz de garantizar una digna existencia a sí mismo y a su propia familia", agrega el Arzobispo.
Por ello, pide a los cristianos y a las personas de buena voluntad, a intervenir como el buen samaritano, y responder a "la justicia más grande que Jesús pide a sus discípulos y se practica en su vida, porque el cumplimiento de la Ley es el amor".

ewtnnoticias.com

En el Día Mundial de los Enfermos de Lepra, Mons. Zimowski pide por una cura adecuada

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Mons. Zygmunt Zimowski
En el Día Mundial de los Enfermos de Lepra, Mons. Zimowski pide por una cura adecuada.-  Ayer tuvo lugar la 58ª edición del Día Mundial de los Enfermos de Lepra. En esta ocasión el presidente del Pontificio Consejo para los Trabajadores Sanitarios, Mons. Zygmunt Zimowski envió un mensaje sobre el particular con el tema "Unir nuestros esfuerzos para expresar mejor la Justicia y el Amor por los enfermos de lepra".
 
La lepra, gracias a las terapias farmacológicas es una enfermedad curable. Mons. Zimowski observa que los mayores problemas en la sociedad son la ignorancia y la discriminación en relación con los leprosos. En numerosas poblaciones falta un sistema sanitario y las estructuras para el diagnóstico. El Mensaje recuerda las palabras de Benedicto XVI de la necesidad de una cura "justa y humana" en nuestra época, que favorece el culto del cuerpo, mientras innumerables personas tienen dificultad de acceso a los cuidados de salud básicos.
El presidente del Pontificio Consejo también, en su mensaje, alienta a las víctimas de la lepra a empeñarse en la educación sobre cómo combatir la enfermedad, presentando -por ejemplo- historias apropiadas: Un cardenal canadiense, Paul-Émile Léger, apóstol de los pobres, leprosos y deficientes en su patria y en la República de Camerún, en África; el recientemente canonizado por Benedicto XVI, el padre belga Damian de Veuster, misionero de los leprosos de Hawai y el beato jesuita polaco Jan Beyzym que trabajaba entre los leprosos en Madagascar.
La lepra es curable, pero requiere de rehabilitación física y social. Todos los años son diagnosticados cerca de 650 mil nuevos casos, principalmente en la India (cerca de 70%); otros casos son registrados en Brasil y en diversos países africanos (Mozambique, República Democrática del Congo). Los casos registrados en Europa tienen relación solamente con las personas que vivieron en los países donde la enfermedad está presente. La ONU está trabajando en la Declaración contra la discriminación de los leprosos cuyas líneas y los principios fueron aprobados en noviembre pasado.

gaudiumpress.org

Soledad e incertidumbre, características de los estudiantes de hoy

Soledad e incertidumbre, características de los estudiantes de hoy.- La soledad y la incertidumbre están convirtiéndose en los rasgos característicos de los estudiantes de hoy. Así lo afirmó Tino Bargel, del Grupo de investigación universitaria de la Universidad de Costanza, el pasado viernes durante el Congreso europeo sobre pastoral universitaria, que concluyó ayer en Münich (Alemania).

El experto subrayó que los estudiantes de hoy “ponen de relieve la propia individualidad”: “por esto están muy ocupados en forjarse ante todo a sí mismos”.
Bargel expuso una serie de tesis, observando en primer lugar que los jóvenes afrontan “presiones y preocupaciones a pesar de la satisfacción y a la confianza”.
Todos los estudiantes, además, “dan gran importancia a que el propio curso de estudios se acerque a la práctica laboral”, pero “este aspecto práctico y, desde el punto de vista laboral, exitoso de los estudios universitarios no hace sino crear mayor 'inseguridad', en cuanto que deja que sean instancias externas (sobre todo la economía y las asociaciones de categoría) las que establezcan los objetivos formativos y las condiciones de asunción”.
Esto conlleva “continuos intentos de adaptación a los requeriientos profesionales, a costa de reflexiones y elaboraciones, de creatividad y autonomía, de originalidad e innovación”.
Entre los estudiantes disminuye además “la disponibilidad a formarse una opinión política”: “participan de mala gana en discusiones teóricas, se adhieren a conceptos o se dejan implicar en propuestas alternativas”; “las actitudes son menos contrapuestas o ideológicas, las facciones enemigas raramente se confrontan y las imágenes políticas enemigas ya no se alimentan”.
“Esta moderación, con todo, no es tanto una prueba de tolerancia o de pragmatismo, sino más bien indiferencia y crítica fácil”, comentó Bargel. “Los estudiantes universitarios evitan contraer vínculos o asumir posiciones claras” y por tanto “son más difíciles de organizar o de implicar en acciones comunes”.
Desafección se encuentra también respecto a los ideales y el compromiso público, aunque “aumenta la estima por los padres, los hermanos y los amigos”, otro “signo de retirada a la vida privada”.
“Aunque las desigualdades sociales y las injusticias políticas son percibidas, los estudiantes recurren a la protesta y a la resistencia sólo donde ven que se lesionan sus propios intereses. Como mucho, participan en acciones individuales en el campo social”.
“Entre los principales valores actitudinales, los estudiantes incluyen ante todo el deseo de conocer y la curiosidad, seguidos de la tolerancia y la ausencia de prejuicios, el discernimiento y el análisis crítico” prosiguió el experto, subrayando que entre los valores fundamentales “son prioritarios la amistad y la paz, seguidos de la libertad y la armonía”.
“La religión, la fe y la redención son importantes para el 17% de los estudiantes, el 7% de los cuales los valora incluso muy importantes”.
Es típica también la actitud de “no aceptar modelos predefinidos, alineandose, más bien, de modo selectivo y sin asumir vínculos a favor de valores determinados”.
En cuanto al futuro, concluyó, se tiene “miedo de fracasar a pesar de un cierto optimismo profesional”.
“Por culpa del confuso método de selección, por ejemplo para acceder a un máster o para encontrar trabajo, muchos estudiantes tienen la impresión de no poder ya proyectar o controlar el propio camino solo gracias a las propias prestaciones y decisiones. Esto ha contribuido al reforzamiento de una 'soledad' percibida que se traduce en desorientación, miedo al fracaso, aislamiento y comportamientos anómalos”.

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Venezuela: Una ocasión para la conversión pastoral

Venezuela: Una ocasión para la conversión pastoral.- “Secularización presente y futuro desafío para la misión” es el título del I Simposio Internacional de Misionología que se celebró del 24 al 27 de enero en Caracas, Venezuela.

El encuentro fue convocado por las Obras Misionales Pontificias (OMP) y la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), y contó con el apoyo del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), desde el Departamento de Misión y Espiritualidad.
En el simposio, al que asistieron representantes de catorce países, intervino el obispo de San Cristóbal, Venezuela, Mario Moronta quien disertó sobre “La Conversión Pastoral”.
Monseñor Moronta dijo que la conversión pastoral “permite enfrentar los desafíos que el mundo de hoy le presenta a la Iglesia y a su misión evangelizadora. Las situaciones que rodean la acción misionera de la Iglesia exigen una actitud firme de conversión permanente, centrada ella en la razón de ser de su Misión: Jesucristo, el Señor”.
Luego de dar algunas referencias del magisterio eclesial, expresó el prelado que en Aparecida se habló con claridad sobre la conversión pastoral. “Para ello dedicó los numerales 365 al 372. En dichos numerales, se presenta la conversión pastoral desde la perspectiva de la renovación misionera de las comunidades eclesiales como respuesta a los grandes desafíos que los signos de los tiempos, las situaciones concretas y el momento actual le presentan a la Iglesia”, dijo.
Según el obispo tachirense los desafíos de la Iglesia desde la perspectiva de la conversión pastoral son: anunciar el Evangelio de Jesucristo, la encarnación en la humanidad, leer los signos de los tiempos, ser sacramento de salvación y de comunión, ser servidora de la humanidad, realizar la pastoral de la comunión, e inculturar el evangelio y la liturgia.
Concluyó que, ante la celebración del IV Congreso Americano Misionero (CAM4) y del IX Congreso Latinoamericano Misionero (COMLA9) que tendrán lugar en Maracaibo, Venezuela en 2013, se debería presentar la Nueva Evangelización del continente como una expresión de Conversión Pastoral. Sugirió que se estudie en otros simposios la Religiosidad Popular e invitó a que se realice un examen de conciencia sobre el ser y el quehacer de la pastoral de la Iglesia en el continente
Este simposio es parte del proceso preparatorio a los citados congresos, un hito más en el camino desde el primer COMLA, en México, y los cuatro congresos americanos misioneros, en los que también participan Canadá y Estados Unidos.
Es un proceso que responde “a la búsqueda de la esencia de la vida de la Iglesia, de su mística y su acción misionera en el continente”, expuso el padre Carlos Rockembach, secretario ejecutivo del Departamento de Misión y Espiritualidad del CELAM, que fue entrevistado por el Departamento de Comunicación Social (DECOS), del mismo organismo.
El evento reunió a más de cincuenta personas: directores nacionales de las OMP, sus representantes, y delegados del CELAM.
“El CELAM se pone a disposición del CAM y COMLA para ayudar a todo lo que es necesario y todo lo que está dentro de nuestras posibilidades”, “es esa fuerza integradora de todas las fuerzas misioneras actuantes y presentes en América Latina y el Caribe”, dijo Rockembach.
Hizo referencia a la Misión Continental y al estado de misión permanente al que fueron llamados los países de América Latina en Aparecida: “Hay países donde hace parte de lo cotidiano la palabra, la mística y la acción misionera. Entonces están trabajando mucho y depende también de los obispos, de los sacerdotes y del liderazgo de las comunidades”.
Y añadió: “Entonces se puede percibir que casi todas las diócesis (...) tienen alguna forma de poner en marcha toda esa ‘provocación' que Aparecida nos hizo, y nos hace con el fin de crear, primero que todo, esta mística, porque sin mística va a ser muy difícil tener una acción misionera de los bautizados en la vida de la Iglesia”.
Entre los encuentros académicos realizados en este simposio, hay que reseñar las conferencias: “Visión histórica de la Secularización”; “La conversión pastoral”; y “La vivencia y la transmisión del Cristianismo cuando no hay transmisión ambiental”.
Igualmente contó con espacios de reflexión en torno a la Misión Continental, como el realizado el pasado lunes sobre “La Misión Continental; el por qué y el para qué”.
Este 27 de enero, se presentaron los desafíos y expectativas que ofrece el encuentro para el CAM4 y el COMLA 9 y se clausuró el evento con una celebración eucarística.
Los Congresos Misioneros Latinoamericanos se realizan cada cuatro años. A la fecha se han realizado ocho: COMLA1, en 1977 en Torreón, México; COMLA2, durante 1983 en Tlaxcala; COMLA3, en Bogotá, Colombia en 1987; COMLA4, en Lima, Perú en 1991; COMLA5, en Belo Horizonte, Brasil en 1995; COMLA6 y CAM1 en 1999 --con la participación por vez primera de Canadá y Estados Unidos --, en Paraná, Argentina; CAM2-COMLA7 en 2002, en Guatemala; y CAM3-COMLA8, en agosto de 2008 en Quito, Ecuador.

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Ordinario de Walsingham: Católicos y anglicanos no compiten entre sí

Ordinario de Walsingham: Católicos y anglicanos no compiten entre sí.- Con apenas tres semanas días de vida, el Ordinariato personal para los ex anglicanos de Inglaterra está recibiendo gran cobertura en el ámbito internacional.


El padre Keith Newton, ex obispo anglicano y ahora sacerdote católico, además de ser el primer Ordinario, habló con la BBC el pasado domingo, sobre algunas cuestiones que los miembros del Ordinariato están afrontando.

El Ordinariato personal de Nuestra Señora de Walsingham es la primera respuesta a la Constitución Apostólica Anglicanorum coetibus realizada por Benedicto XVI el año 2009, que permite a los anglicanos la vuelta a la plena comunión con la Iglesia Católica, manteniendo elementos del propio patrimonio anglicano. Siendo el primero, este Ordinariato servirá de modelo para los que se crearán en el futuro en otros países.
¿Éxodo?

Es la pregunta que se realizan muchas personas, ¿Cuánta gente abandonará la Iglesia de Inglaterra para unirse al Ordinariato?
Según el padre Newton, no se pueden hacer pronósticos. “Cada persona debe hacer una profesión de fe individual”, dijo a la BBC. Por este motivo es imposible dar un número”.
El sacerdote sugirió que cerca de dos docenas de grupos realizarían esta cambio, y que, más o menos, cada grupo constaba de entre 10 a 70 miembros. “No tendremos números fiables hasta que la gente comience verdaderamente esta obra”, declaró.
Tentativas
El compromiso no implica un paso significativo, y algunos miembros de la Iglesia de Inglaterra esperan todavía que los anglicanos que se queden decepcionados del cambio a la comunión, encuentren una vía para permanecer en la congregación antes que convertirse en católicos dentro del Ordinariato.
Una docena de obispos de la Iglesia de Inglaterra difundió este lunes una carta pastoral expresando sus esperanzas al respecto y explicando que están en “la búsqueda de un modo que nos permita seguir siendo con integridad miembros de la Iglesia de Inglaterra”.
Los obispo han dicho que tienen “el deber” de continuar la búsqueda de “una salida de este callejón”, aunque admitieron que “no querían dar esperanzas” y que los tentativos anteriores de “persuadir a la Iglesia de Inglaterra a tomar esas medidas que nos permitieran, de buena fe, permanecer en ella, fracasaron”.
“Reconocemos el gran cambio en el corazón que se tiene que producir para tener éxito en esto”, escribieron.
En camino
Mientras tanto, The Telegraph refirió que el pasado lunes, otros 7 sacerdotes anglicanos y 300 fieles anunciaron la decisión de unirse al Ordinariato. El grupo está formado por tres parroquias de Essex y tres de la zona oriental de Londres.
Para estas personas y otras como ellas, en Cuaresma comenzará un periodo de catequesis. Justo antes de Pascua serán acogidas en la Iglesia Católica, de manera que puedan participar en la liturgia del Triduo como católicos. Las catequesis continuarán durante el periodo pascual.
En cuanto al clero, las ordenaciones como sacerdotes católicos -para los que sean aceptados- se esperan para Pentecostés, seguidas de otros dos años de formación.
Incertidumbre
Una vez ya adheridos al Ordinariato, el clero y los fieles afrontarán cuestiones que podrían esperarse de una comunidad joven, por ejemplo el lugar en el que practicar el culto y como se pagarán las cuentas.
Sobre la posibilidad de una colaboración continuada con la Iglesia de Inglaterra, el padre Newton aclaró a la BBC: “No estamos pidiendo un techo sobre nuestras cabezas. A veces la gente describe la situación como si fuésemos empresas que compiten la una con la otra; en realidad estamos todos en la misma misión de la Iglesia, en distinto modo, y creo que tratar de trabajar juntos sería nuestro cometido ecuménico”.“Esto no quiere decir que no se trate de un gran cambio que exija dinero”.
El padre Newton afirmó que la Iglesia Católica de Inglaterra y Gales hizo una donación de 250.000 libras esterlinas y que otras han asegurado su contribución. “A la larga, el Odinariato deberá autofinanciarse , pero será necesario un poco de tiempo para llegar a este punto”, declaró.
Sus sacerdotes afrontan además una situación por la que “se paga a los presbíteros católicos de manera muy distinta que a los anglicanos, por tanto es un sistema nuevo al que debemos adaptarnos”.
El padre Newton expresó la esperanza de que “podamos encontrar un tipo de trabajo de media jornada, siendo capellanes en las escuelas, en los hospitales o en las prisiones, cualquier cosa que esté ligada a la vida sacerdotal y que los sacerdotes puedan hacer”.
“Debemos entender que cada sacerdote tiene que tener los recursos suficientes para vivir de un modo digno”, declaró el ordinario, “y esto sobre todo si son hombres casados y con familia”.

zenit.org

¿Rezamos por los sacerdotes que confiesan?


¿Rezamos por los sacerdotes que confiesan?.- Entramos en una iglesia. A los lados, confesionarios. Vemos con alegría que hay uno o varios sacerdotes dispuestos a acoger a quienes pidan el sacramento de la penitencia.


Es hermoso encontrar disponibles, en diversos momentos del día, a sacerdotes que nos permiten recibir el perdón de Dios. Pero esos sacerdotes necesitan, como todo bautizado, la ayuda de Dios para ser fieles a su misión, para tener un corazón comprensivo y misericordioso, para escuchar con paciencia y atención, para poder dar los consejos adecuados (desde el Espíritu Santo) a cada penitente.

Por eso es tan importante rezar por los sacerdotes que dedican buena parte de su tiempo a la confesión. Pedir por ellos es un gesto de amor fraterno, que nace de corazones que valoran el ministerio de cada confesor, pues los sacerdotes sienten muchas veces la urgencia de recibir luces de Dios para tratar del mejor modo posible a cada bautizado que pide perdón.

¿Rezamos por los sacerdotes que confiesan? ¿Sentimos un deseo profundo de apoyar su ministerio? ¿Nos preocupa que sean santos y sabios? ¿Suplicamos a Dios que haya cada día más vocaciones y más sacerdotes dispuestos a ser canales por los que recuperamos la vida de gracia?

El mundo moderno sufre un vacío enorme porque ha olvidado el Amor de Dios, porque justifica y niega el pecado, porque desprecia la misericordia. Por eso nos hundimos en placeres vacíos, en orgullos que ahogan el alma, en avaricias que encadenan, en egoísmos que nos impiden amar a los hermanos, en odios que llevan a herir a los propios familiares o a conocidos.

Frente a esta situación, buscar, pedir, encontrar un sacerdote con tiempo y, sobre todo, con un corazón grande como el de Cristo, para recibir el perdón de los pecados, es una urgencia para toda la Iglesia.

Al pedir al Padre, como Cristo nos enseñó, que envíe obreros a su mies (cf. Lc 10,2), también hemos de suplicar para que conceda a su Iglesia muchos y buenos sacerdotes confesores.

De este modo, avanzará en el mundo la limpieza que viene de Dios. Habrá más paz en las almas, en las familias y en los pueblos. Estaremos preparados, desde la esperanza, a la llegada del Esposo que nos ha invitado a la fiesta eterna de su Reino.

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“Necesitamos un nuevo Syllabus”: conferencia de Mons. Schneider (I)

“Necesitamos un nuevo Syllabus”: conferencia de Mons. Schneider (I).-  Como se sabe, Mons. Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Karaganda, pronunció una histórica conferencia en Roma el 17 de diciembre de 2010, en la que mencionó la necesidad de un nuevo Syllabus de los errores en la interpretación del Concilio Vaticano II. Por su extensión, presentaremos nuestra traducción de dicha conferencia en tres partes. En esta primera parte, que a continuación ofrecemos, Mons. Schneider, luego de una breve introducción, comienza a enumerar y desarrollar un “vademecum pastoral” partiendo de algunas enseñanzas del último Concilio, leídas en una hermenéutica de continuidad.
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Propuestas para una correcta lectura del Concilio Vaticano II

I. El fundamento teológico de la pastoral

Para hablar correctamente de la teoría y de la praxis pastoral es necesario primero ser conscientes de su fundamento y de su fin teológico. El fin de la Iglesia es el mismo fin de la Encarnación: “propter nostram salutem”. Así la fe y la oración de la Iglesia se expresa: “Qui propter nos homines, et propter nostram salutem, descendit de caelis et incarnatus est et homo factus est”. Esta salvación significa la salvación del alma para la vida eterna. En esto consiste también la finalidad de toda la ordenación jurídica y pastoral de la Iglesia, como nos dice el último canon del Código de Derecho Canónico: “prae oculis habita salute animarum, quae in Ecclesia suprema semper lex esse debet” (can. 1752).

El contenido de la salvación del alma humana consiste en la santidad, en la renovación y en la perfección de la originaria dignidad humana en Cristo. Dios ha creado al hombre según Su imagen y Su semejanza (cfr. Gen 1, 26) y esta obra es admirable, como dice la Iglesia en la liturgia: “Deus, qui humanae substantiae dignitatem mirabiliter condidisti”. Pero todavía más admirable es la renovación y la perfección de esta imagen, realizada por la obra de la redención: “mirabilius reformasti”. La renovación, la perfección nueva, la santidad, consiste en la inimaginable gracia de la participación del hombre en la misma naturaleza Divina: “Divinitatis esse consortes”. Esta participación en la naturaleza divina significa ser hijos adoptivos de Dios, ser hijos en el Único Hijo, Jesucristo.

Jesucristo, el único Hijo de Dios según la naturaleza, se ha hecho por Su verdadera Encarnación el primogénito entre muchos hermanos: “primogenitus in multis fratribus” (Rm 8, 29). Por medio de Su sacrificio redentor, Cristo ofrece al hombre la gracia de la vida Divina. La misma vida Divina en el misterio de la Santísima Trinidad está presente en la humanidad del Hijo de Dios: “in Ipso inhabitat omnis plenitudo divinitatis corporaliter”, en Él toda la divinidad habita corporalmente (Col 2, 9). Cristo encarnado está lleno de gracia y de verdad (cfr. Gv 1, 14). El Espíritu Santo distribuye desde esta fuente de vida Divina por medio de la Iglesia, que es el Cuerpo Místico de Cristo, en la liturgia de los sacramentos, la gracia de la filiación Divina y todas las otras gracias de santidad necesarias. Así se puede entender mejor lo que enseñó el Concilio Vaticano II: “Liturgia est culmen ad quod actio Ecclesiae tendit et simul fons unde omnis eius virtus emanat” (Sacrosanctum Concilium, n. 10). “La Liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerza. Pues los trabajos apostólicos se ordenan a que, una vez hechos hijos de Dios por la fe y el bautismo, todos se reúnan para alabar a Dios en medio de la Iglesia, participen en el sacrificio y coman la cena del Señor” (Sacrosanctum Concilium, n. 10).

II. Un vademécum pastoral del Concilio Vaticano II

En el contexto del discurso sobre el primado del culto y de la adoración que se deben rendir a Dios, el Concilio nos presenta en la Constitución sobre la Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium una sólida síntesis de una sana y teológicamente válida teología pastoral, una suerte de vademécum pastoral con las siguientes siete características: “la Iglesia proclama el mensaje de salvación para que todos los hombres conozcan al único Dios verdadero y a su enviado Jesucristo, y se conviertan de sus caminos haciendo penitencia. Y a los creyentes les debe predicar continuamente la fe y la penitencia, y debe prepararlos, además, para los Sacramentos, enseñarles a cumplir todo cuanto mandó Cristo y estimularlos a toda clase de obras de caridad, piedad y apostolado, para que se ponga de manifiesto que los fieles, sin ser de este mundo, son la luz del mundo y dan gloria al Padre delante de los hombres” (Ibíd., 9).

De esta breve síntesis brindada por el Concilio podemos establecer las siguientes siete notas esenciales de teoría y de praxis pastoral:

1. El deber de anunciar el Evangelio a todos los no creyentes (cfr. Sacrosanctum Concilium, n. 9)

Tal anuncio debe ser explícito, es decir, la fe en Jesucristo a la cual se llega por medio de la gracia de la conversión y de la penitencia. Por lo tanto, no hay lugar para una teoría y una praxis del así llamado “cristianismo anónimo”; no hay ninguna admisión de caminos de salvación alternativos al camino de Cristo: Cristo es el único Mediador entre Dios y los hombres. Esto es lo que el Concilio enseña en la constitución dogmática Lumen Gentium, diciendo: “esta Iglesia peregrinante es necesaria para la salvación. El único Mediador y camino de salvación es Cristo, quien se hace presente a todos nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia” (n. 14). En el punto n. 8 de esta misma constitución dogmática, el Concilio dice: “Unicus Mediator Christus” (cfr. anche ibid., n. 28). Los hombres salvados en la eternidad lo son por la aceptación en su vida terrena de los méritos del único Mediador Jesucristo (cfr. ibid., n. 49). El Concilio Vaticano II enseña refiriendo la siguiente cita del Concilio Tridentino: “per Filium eius Iesum Christum, Dominum nostrum, qui solus noster Redemptor et Salvator est” (ibid., n. 50). En la Declaración sobre la libertad religiosa el Concilio enseña que todo hombre es redimido por Cristo Salvador y está llamado a la filiación Divina que sólo puede recibir por medio de la gracia de la fe (cfr. Dignitatis humanae, n. 10).

El Papa Pablo VI, en su discurso para la apertura de la segunda sesión del Concilio en el año 1963, enseñaba así: “Jesucristo es el único y el sumo Maestro y Pastor, y el único Mediador entre Dios y los hombres”. El mismo Papa repetía al Concilio al siguiente año: “Jesucristo es el único Mediador y Redentor”. La enseñanza del Concilio prosigue así: “Y como el que no cree ya está juzgado, las palabras de Cristo son, a un tiempo, palabras de condenación y de gracia, de muerte y de vida” (Ad gentes, n. 8). La actividad misionera es un sagrado deber de la Iglesia, ya que es la voluntad de Dios mismo que reitera la necesidad de la fe en Cristo y del bautismo para la salvación eterna (cf. ibid., n. 7).

2. El deber de predicar a los fieles la fe (cfr. Sacrosanctum Concilium, n. 9)

La tarea principal de la Iglesia consiste en preocuparse de que la fe de los fieles crezca y sea protegida del peligro del error: esto significa, por lo tanto, cuidar la pureza, la integridad y la vitalidad de la fe. Ya en el discurso para la apertura del Concilio Vaticano II, el Beato Papa Juan XXIII declarara inequívocamente, de un modo todavía más eficaz, que el principal deber del Concilio era la protección y la promoción de la doctrina de la fe: “ut sacrum christianae doctrinae depositum efficaciore ratione custodiatur atque proponatur”. El Beato Pontífice prosigue sosteniendo cómo, en el ejercicio de este deber suyo en nuestro tiempo, la Iglesia no debe nunca alejar su mirada del sagrado patrimonio de la verdad, recibido de la Tradición. El Concilio debe transmitir la doctrina católica íntegra, sin disminuirla y sin distorsionarla: “integram, non imminutam, non detortam tradere vult doctrinam catholicam”. El Papa Juan, en forma muy realista, observa cómo esto no resulta agradable para todos. Es por eso necesario, dice el Papa, que la entera doctrina cristiana sea acogida en nuestros días por parte de todos, y esto sin dejar de lado ninguna parte: “oportet ut universa doctrina christiana, nulla parte inde detracta, his temporibus nostris ob omnibus accipiatur”.

En la aceptación y promoción de la entera doctrina de la fe debe seguirse un modo cuidadoso en cuanto a la forma y a los conceptos, siguiendo el ejemplo del Concilio de Trento y del Concilio Vaticano I, según cuanto recuerda el Papa Juan XXIII. En la Declaración sobre la libertad religiosa, el Concilio ruega a los fieles que “procuren difundir la luz de la vida, con toda confianza y fortaleza apostólica, incluso hasta el derramamiento de sangre” (Dignitatis humanae, n. 14). Además ellos tienen “la obligación grave de conocer cada día mejor la verdad que de Él han recibido, de anunciarla fielmente y de defenderla con valentía” (ibd.). En la Constitución Gaudium et Spes, el Concilio exhorta: “Caridad y benignidad en modo alguno deben convertirse en indiferencia ante la verdad y el bien. Más aún, la propia caridad exige el anuncio a todos los hombres de la verdad saludable” (n. 28). El Papa Pablo VI, en el discurso para la apertura de la segunda sesión del Concilio Vaticano II, afirmaba: “El fundamento de la renovación de la Iglesia debe ser un estudio más comprometido y una promoción más rica de la verdad Divina”.

En el Decreto sobre el apostolado de los fieles laicos, el Concilio se expresa en estos términos: “En nuestros tiempos surgen nuevos problemas, y se multiplican los errores gravísimos que pretenden destruir desde sus cimientos la religión, todo el orden moral y la misma sociedad humana” (Apostolicam actuositatem, n. 6). En la Constitución pastoral Gaudium et Spes, el Concilio constataba cómo ya en aquel tiempo se divulgaban graves errores morales y exhortaba a todos los cristianos a defender y promover la dignidad natural y el altísimo valos sagrado del estado matrimonial (cfr. n. 47). El Concilio, en el mismo documento, reprueba las costumbres inmorales en relación al matrimonio y a la virtud de la castidad, diciendo que la dignidad del matrimonio y de la familia “está oscurecida por la poligamia, por la plaga del divorcio, el así llamado amor libre y otras deformaciones; es más, el amor matrimonial queda frecuentemente profanado por el egoísmo, el hedonismo y los usos ilícitos contra la generación. Por otra parte, la actual situación económica, social-psicológica y civil son origen de fuertes perturbaciones para la familia” (Ibíd.). El Concilio da una enseñanza inequívoca sobre la castidad matrimonial: “No es lícito a los hijos de la Iglesia, fundados en estos principios, ir por caminos que el Magisterio, al explicar la ley divina, reprueba sobre la regulación de la natalidad (cfr. Pio XI, Casti Connubii). Tengan todos entendido que la vida de los hombres y la misión de transmitirla no se limita a este mundo, ni puede ser conmensurada y entendida a este solo nivel, sino que siempre mira al destino eterno de los hombres” (ibíd.).

En el Decreto sobre la actividad misionera, el Concilio exhorta para que se excluya toda forma de indiferentismo, de sincretismo, de confusionismo (Ad Gentes, n. 15) En la constitución Gaudium et Spes, el Concilio rechaza un humanismo puramente terrestre y antirreligioso (cfr. n. 56). El mismo documento conciliar habla de un humanismo ateo que no sólo amenaza la fe sino que incluso ejerce una influencia negativa y global sobre todas las esferas de la vida social: “Muchedumbres cada vez más numerosas se alejan prácticamente de la religión. La negación de Dios o de la religión no constituye, como en épocas pasadas, un hecho insólito e individual; hoy día, en efecto, se presenta no rara vez como exigencia del progreso científico y de un cierto humanismo nuevo. En muchas regiones esa negación se encuentra expresada no sólo en niveles filosóficos, sino que inspira ampliamente la literatura, el arte, la interpretación de las ciencias humanas y de la historia y la misma legislación civil. Es lo que explica la perturbación de muchos” (ibíd., n. 7).

El Papa Pablo VI, en su homilía con ocasión de la última sesión pública del Concilio Vaticano II, afirma que el Concilio propone a los hombres de nuestro tiempo una doctrina teocéntrica y teológica sobre la naturaleza humana y sobre el mundo. En la homilía de la séptima sesión pública del Concilio Vaticano II, el 28 de octubre de 1965, el Papa Pablo VI explica que, a pesar de la general índole pastoral del Concilio, éste quiere proponer la perenne y auténtica doctrina de la Iglesia, excluyendo el relativismo doctrinal; el Concilio realiza una obra “que no historiciza ni relativiza a las metamorfosis de la cultura profana la naturaleza de la Iglesia, siempre igual y fiel a sí misma, como Cristo la quiso y la auténtica tradición la perfeccionó; sino que la hace más idónea para desarrollar en las renovadas condiciones de la sociedad humana su benéfica misión”.

En el discurso pronunciado en el mismo año 1965, con ocasión de la octava sesión pública del Concilio, el Papa Pablo VI critica el comportamiento de aquellos que interpretan incorrecta y abusivamente la intención del Beato Papa Juan XXIII sobre la adaptación pastoral de la Iglesia a las nuevas necesidades de nuestro tiempo (el “aggiornamento”). Además, el Papa propone el espíritu del Concilio al respecto y pone a todos en guardia contra el relativismo doctrinal y jurídico, afirmando que el Papa Juan XXIII “no quería atribuir a esta programática palabra el significado que algunos intentan darle, como si ella consistiera en «relativizar» según el espíritu del mundo todas las cosas de la Iglesia, dogmas, leyes, estructuras, tradiciones, siendo así que en él estuvo tan vivo y firme el sentido de la estabilidad doctrinal y estructural de la Iglesia que lo constituyó en eje de su pensamiento y de su obra. «Aggiornamento» querrá decir de ahora en adelante, para nosotros, sabia penetración del espíritu del Concilio que hemos celebrado y aplicación fiel de sus normas feliz y santamente emanadas”.

En el texto original latino Pablo VI no usa la palabra “aggiornamento” sino la palabra “accomodatio”. La famosa expresión “aggiornamento” del Beato Juan XXIII se ha vuelto ya casi legendaria. En su intención original esta expresión no tiene nada que ver con un relativismo doctrinal, jurídico o litúrgico.

La nueva y benévola actitud pastoral de paciente compresión y de diálogo con la sociedad fuera de la Iglesia no comporta un relativismo doctrinal. El Papa Pablo VI defiende el Concilio de tal posible acusación en la citada homilía durante la última sesión pública: “Esta actitud… ha estado obrando fuerte y continuamente en el Concilio, hasta el punto de sugerir a algunos la sospecha de que un tolerante y excesivo relativismo al mundo exterior, a la historia que pasa, a la moda actual, a las necesidades contingentes, al pensamiento ajeno, haya estado dominando a personas y actos del Sínodo ecuménico a costa de la fidelidad debida a la tradición y con daño a la orientación religiosa del mismo Concilio. Nos no creemos que este equívoco se deba imputar ni a sus verdaderas y profundas intenciones ni a sus auténticas manifestaciones”. Pablo VI defiende aquí sólo las verdaderas y profundas intenciones y las auténticas manifestaciones del Concilio, sin entrar en el mérito de las personas.

El Concilio rechaza expresamente todo tipo de sincretismo religioso en la actividad misionera y exige que las tradiciones particulares de los pueblos sean iluminadas por la luz del Evangelio, dejando intacto el primado de la cátedra de Pedro (cfr. Ad Gentes, n. 22).

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SI EXISTE DIOS, ¿POR QUÉ HAY TANTA MALDAD EN EL MUNDO?

SI EXISTE DIOS, ¿POR QUÉ HAY TANTA MALDAD EN EL MUNDO?.- Por Mons. José Gea EscolanoJOSÉ GEA ESCOLANO
 
 
Mira, lo primero que has de hacer es rechazar la idea de un Dios dándonos, como a los niños, unos caramelitos cuando nos portamos bien y, algún coscorrón cuando nos portamos mal. Si miras así la vida, te desconciertas porque ves que no son los más traviesos los que más coscorrones se llevan. Claro, no lo entiendes.

Dios no nos da una enfermedad porque hayamos sido malos y nos la quita si somos buenos; no hace que demos un resbalón y que nos rompamos la crisma; no hace que nos .estafen y que nos quedemos en la ruina... y cosas por el estilo. Dios no nos maneja como si fuésemos marionetas. Nos ha hecho libres, no máquinas, y respeta nuestra libertad.

 
Nosotros quisiéramos a veces un Dios metido directamente en nuestros asuntos premiando con bienes de este mundo el bien que hiciésemos y castigando, también en este mundo, el mal que los demás nos hiciesen. Ésta era la mentalidad del Antiguo Testamento.

De verdad que, por mucho que reflexionemos sobre la realidad del mal, siempre quedaremos en las sombras del misterio. Porque, además, no sólo existe el mal que vemos; hay muchísimo más.

Yo te distinguiría dos clases de males, el físico y el moral. Y, como punto culminante de ambos, la muerte.

Con respecto al mal físico, hemos de tener en cuenta que hay leyes naturales; y así, si uno se cae del tejado, se rompe cualquier hueso o se mata. Dios no nos hace este mal ni tampoco nos manda angelitos para que nos vayan cuidando. Son las leyes que Dios ha puesto en la naturaleza las que van actuando.

Sin embargo, no es este mal físico el que más duele. El mal físico deja de ser mal cuando se le encuentra sentido, cuando se le puede encauzar hacia un bien superior. Yo me he encontrado con personas que estaban sufriendo y les he tenido una santa envidia. Me han dado grandes lecciones.

 
Aparte del mal físico está el mal moral; es la injusticia, la marginación, la soledad, la desesperación. En la causa de estos males entra en juego el hombre; es el mal que nos hacemos unos a otros con nuestra manera egoísta de vivir, con nuestras ambiciones y con nuestra falta de solidaridad, con nuestros egoísmos, con nuestras avaricias. Tampoco es un mal que nos hace Dios. Es el que nos hacemos unos a otros usando indebidamente nuestra libertad. En este sentido, el mal es fruto del pecado que encadena al hombre por dentro y por fuera.

A veces nos preguntamos por qué Dios nos hace pasar malos ratos si tanto nos quiere. Pero los malos ratos nos los hacemos pasar nosotros con nuestros egoísmos y con nuestras faltas de amor. Dios no nos va repartiendo cruces a unos y a otros; las cruces nos las vamos repartiendo nosotros.

 
Tú piensa si también estás haciendo pasar malos ratos a los demás o, si por el contrario, te estás esforzando y sacrificando para que lo pasen bien.

 
Dios nos ayuda a vencer y superar el mal. Y nos ayuda con el ejemplo y la fuerza de Jesús, tanto el mal que hay en nosotros como el que hay en los demás. Dios quiere desterrar el mal y nos invita a participar en esa obra que ya inició Jesús.

Jesús vence el mal en la cruz, es decir, dando su vida contra la usurpación de vida en que consiste el pecado, siendo luz ante las tinieblas que también son el pecado.

 
En Jesús es donde tenemos los cristianos la respuesta al problema del mal. Él ha vencido, da esperanza, da paz, crea justicia, la justicia del amor. Él da sentido a nuestra vida para que comprendamos el bien y para que desterremos con el sacrificio de nuestra vida y a imitación de Jesús, cualquier tipo de mal, para que todos los hombres tengan el gozo de sentirse tratados y queridos como hermanos.

Por último, Él ha vencido también el supremo mal que es la muerte, con su resurrección. Él nos ha prometido que, si creemos en Él, también nosotros resucitaremos. Cristo es nuestra esperanza en la lucha contra el mal. No quitando el mal sino superándolo. Éste es el ideal cristiano. Hay que afrontarlo como es; y esta lucha, llamémosla vida cristiana, no es para blandengues sino para hombres y mujeres de una pieza.
 
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