En declaraciones a la organización católica internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), el Arzobispo señaló que "los cristianos en Bagdad y Mosul no tienen una vida digna. Se sienten temerosos incluso en sus propias casas. No pueden moverse libremente. Tienen que pensarlo dos veces para ir a la Iglesia los domingos".
"La gente se iría inmediatamente si pudiera. Lo único que los detiene es que en muchos casos son pobres y si lo dejan todo sería muy complicado conseguir un empleo, una escuela para sus hijos y un nuevo lugar para vivir", explicó.
El Arzobispo también alertó que quienes se dedican a la venta de inmuebles en Bagdad han reducido el valor de las propiedades que pertenecen a cristianos, lo que incrementa la dificultad de mudarse para conseguir una casa alternativa.
Ante este panorama, AIS anunció una serie de ayudas concretas para la comunidad cristiana en Irak, y ha establecido una ayuda de 15 mil euros para las víctimas de la masacre del pasado 31 de octubre en la Catedral siro-católica de Bagdad.
Un adicional de 10 mil euros se entregará a un grupo de cristianos que huyeron de esta ciudad a Kirkuk y Sulaymaniyah. En total unas dos mil personas han huido de Bagdad y Mosul ante la creciente ola de violencia.
En la diócesis de Zakho, en el extremo norte de Irak, AIS entregará 25 mil euros para dar alimento a cientos de familias cristianas que lo necesitan.
La ayuda reunida no basta y por ello AIS exhorta a los fieles del mundo entero a contribuir de manera espiritual y material con los cristianos perseguidos en Irak.
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