Falta menos de un mes para la beatificación de Juan Pablo II. Por eso, el Vaticano ha presentado los últimos detalles de ese evento histórico.
El viernes 29 de abril las grutas vaticanas estarán cerradas por el traslado de los restos de Juan Pablo II. El ataúd no se abrirá y se situará frente a la tumba de San Pedro hasta el día de la beatificación. El traslado se hará en la más estricta intimidad.
Card. Agostino Vallini
Vicario General de la diócesis de Roma
“Creo que la personalidad de Juan Pablo II es un mensaje de una humanidad conseguida y que bajo este perfil creyentes y no creyentes pueden encontrar en él un punto de referencia. Un hombre amable al que mirar y del que extraer un mensaje”.
El 30 de abril habrá una vigilia de oración para los peregrinos en el Circo Máximo de Roma. Contará con testimonios de personas cercanas a Juan Pablo II, como su secretario el cardenal Stanislaw Dziwisz, el ex portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls y Sor Marie Simon Pierre, la monja francesa curada de párkinson por intercesión de Juan Pablo II.
Después se rezarán los misterios luminosos del Rosario, que introdujo Juan Pablo II en el año 2002. Será en conexión con santuarios visitados por este Papa, como el de Cracovia en Polonia, Tanzania, Líbano, Guadalupe en México y Fátima en Portugal. El Papa se conectará desde el Vaticano con un video mensaje y dará la bendición.
Mons. Marco Frisina
Director de la Oficina de Liturgia de la diócesis de Roma
“Uno de las ideas principales de la vigilia será vivir en Roma pero en unión con el mundo entero, en compañía del icono de la Virgen María, Salus Populi Romani, este momento”.
Tras la vigilia de oración ocho iglesias de Roma estarán abiertas durante toda la noche con la exposición del Santísimo, como preparación a la beatificación.
La diócesis de Roma cuenta con unos 500 voluntarios que repartirán botellas de agua y víveres para los peregrinos.
El 1 de mayo domingo de la Divina Misericordia, la plaza de San Pedro se abrirá a las 5 de la madrugada hasta que se llene el aforo de la plaza. A las 9 de la mañana, una hora antes de la ceremonia de beatificación, se rezará la letanía de la Divina Misericordia, según la tradición de Sor Faustina Kowalska, de la que Juan Pablo II era muy devoto.
Mons. Marco Frisina
Director de la Oficina de Liturgia de la diócesis de Roma
“Querría subrayar la importancia de esa hora de preparación a la beatificación del 1 de mayo. Porque sirve para crear no simplemente la atmósfera de una fiesta popular, sino de un momento de verdadera oración”.
Tras la beatificación se descubrirá el tapiz que estará colgado en la fachada de la basílica de San Pedro, con la imagen de Juan Pablo II.
Benedicto XVI celebrará la misa con todos los cardenales. Se situarán 14 pantallas gigantes en plaza de San Pedro y vía della Conciliazione y 800 sacerdotes repartirán la comunión en esas zonas.
Han confirmado que asistirán los reyes de Bélgica y el presidente de Polonia, país natal de Juan Pablo II.
El Papa y el colegio de cardenales serán los primeros en venerar los restos del nuevo beato que se situarán en el altar de la confesión dentro de la basílica de San Pedro, que estará abierta hasta que termine el flujo de peregrinos.
El lunes 2 de mayo se celebrará en la plaza de San Pedro, la misa propia del beato Juan Pablo II en acción de gracias por la beatificación. Estará presidida por el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone.
Mons. Marco Frisina
Director de la Oficina de Liturgia de la diócesis de Roma
“La misa de acción de gracias del 2 de mayo no será una misa como las demás. Será la primera vez que se celebre la misa del nuevo beato, la primera vez que se rezará al beato Juan Pablo II”.
Según la Opera Romana Pellegrinaggi, encargada de la recepción de los peregrinos, todavía hay hoteles libres durante las fechas de la beatificación, por lo que invita a peregrinos de todo el mundo a asistir en Roma a un evento que han calificado de “histórico”.
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