miércoles, 23 de marzo de 2011

JMJ: Cuando este y oeste se encuentran


A menudo, cuando a un occidental se le pide que hospede a un huésped lo primero que se plantea es si su casa estará a la altura de las circunstancias. Si les dieran la opción, no invitarían a nadie a no ser que tuvieran una casa de revista. En Siria el concepto de hospedaje no tiene nada que ver con el estado de la casa.
En Diciembre del 2009 un grupo de organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud voló de Madrid a Alepo invitados por el arzobispo armenio de esa ciudad, Boutrous Marayati. El propósito del viaje, visitar el lugar de la conversión de San Pablo y seguir sus huella para entender con más profundidad el lema de la JMJ: “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” tomado de la Carta de San Pablo a los Colosenses.

Al llegar a Siria se encontraron con una bienvenida fundamentada en el cariño que nace al compartir la misma fe. Una de las anfitrionas era una anciana que no tenía ducha en su casa, pero contaba con dos camas libres. No dudó en hospedar a dos miembros de la delegación, aun sabiendo que tendrían que ir a casa de un vecino a ducharse.

Francis Muamba, un congoleño que trabaja en la JMJ que asistió al viaje, le preguntó a esta anciana qué le movía a hospedar a los jóvenes, a lo que ella respondió: “Doy la bienvenida y comparto lo que tengo”. Muamba dijo: “Eso me conmovió mucho. Era feliz compartiendo con nosotros lo poco que tenía. Mientras otros, a menudo, son reacios a hacer lo mismo porque sus casas no son perfectas”.

Muamba describe la comunidad de Alepo como una comunidad muy unida, fuertemente ligada a su identidad cristiana y a sus parroquias: “Hay tres cosas fundamentales en la vida de los cristianos de Alepo: la casa, el trabajo o el colegio y la parroquia. La parroquia es parte de sus vidas cotidianas”.

Otra de las asistentes fue Inmaculada Molina, que también trabaja para la JMJ en el departamento de las diócesis: “Es una experiencia de hospitalidad y amor cristiano totalmente distinta que guardaré siempre conmigo”. Al celebrarse el viaje durante las Navidades, del 29 de diciembre al 10 de Enero, cada noche era una celebración: “Organizaron para nosotros un show de música y bailes tradicionales todas las noches. La última noche nos prepararon un banquete digno de reyes”. Contaba Molina que para poder ofrecer todo eso a sus invitados, las familias de acogida estuvieron recaudando fondos durante un año.

Además de la gran hospitalidad con que fueron acogidos, Molina resalta que lo que más le conmovió fue la unidad entre los miembros de la comunidad: “Son una minoría. El 7% de la población son cristianos y, de ellos, sólo una pequeña minoría son católicos. Disfrutan de cierta libertad, pero nada que ver con lo que nosotros estamos acostumbrados”.

Al ser una minoría dentro de una minoría, los cristianos de Alepo no se centran en las diferencias entre los distintos ritos católicos. “Son simplemente cristianos”, cuenta Molina: “si no hay Misa en un rito, asisten a la Misa del otro rito. Es algo realmente bonito”.
syriagrupoEn Agosto recibiremos a 90 jóvenes de Alepo que participarán en la JMJ. “Esperamos ser capaces de darles la misma bienvenida que ellos nos dieron”, comentó Molina añadiendo que, desde que fueron a Siria, el grupo de colaboradores tiene reuniones periódicas para conseguir medios económicos y materiales para asegurarse de que los jóvenes sirios reciben el mismo trato que ellos recibieron en Siria.

La delegación de Alepo celebrará los “Días en la Diócesis” en Toledo, ciudad que ellos mismos eligieron por sus lazos con la cultura del Este.

El grupo estará en esta ciudad los cinco días previos a la JMJ en Madrid. Serán acogidos por familias toledanas, visitarán iglesias y basílicas de la diócesis y participarán en actividades culturales para mostrarles la música, bailes y costumbres locales.

“Solo queremos hace por ellos lo que ellos hicieron por nosotros” apunta Molina.

madrid11.com

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