martes, 15 de marzo de 2011

Iglesia no pide privilegios sino libertad para su misión, dice el Papa

Al recibir el sábado por la mañana a los miembros de la Asociación Nacional de Municipios Italianos, el Papa Benedicto XVI señaló que "la Iglesia no pide privilegios, sino libertad para desarrollar su misión, como exige un respeto efectivo de la libertad religiosa".

En su discurso el Papa resaltó que "la multiplicidad de los sujetos, de las situaciones, no es incompatible con la unidad de la nación, como se recuerda en el 150 aniversario que se está celebrando. Unidad y pluralidad son, en distintos niveles, incluyendo el eclesiológico, dos valores que se enriquecen mutuamente, si se mantienen en el justo y recíproco equilibrio".
"Dos principios que permiten esta coexistencia armoniosa entre la unidad y la pluralidad son los de subsidiariedad y solidaridad, típicos de la enseñanza social de la Iglesia. Esta doctrina social tiene como objeto verdades que no pertenecen sólo al patrimonio del creyente, sino que son conocidas racionalmente por todas las personas".
Seguidamente indicó que "estos principios se deben aplicar también a nivel municipal, en un doble sentido: en la relación con las entidades públicas estatales, regionales y provinciales, así como en la relación que las autoridades municipales mantienen con los organismos sociales y las formaciones intermedias presentes en el territorio".
Entre ellas, dijo, "se incluyen muchas realidades eclesiales, como las parroquias, oratorios, casas religiosas, institutos católicos de educación y de asistencia". En este sentido, expresó el deseo de que "esta valiosa actividad sea siempre apreciada y sostenida adecuadamente, también financieramente".
"A este propósito, deseo reiterar que la Iglesia no pide privilegios, sino poder desarrollar libremente su misión, como exige un respeto efectivo de la libertad religiosa, que en Italia permite la colaboración existente entre la comunidad civil y eclesial. Desafortunadamente, en otros países, las minorías cristianas son a menudo víctimas de discriminación y persecución".
El Papa subrayó la importancia del tema de la "ciudadanía", que los miembros de la Asociación habían elegido como tema central de sus trabajos.
"Hoy en día, la ciudadanía se encuentra precisamente en el contexto de la globalización, caracterizada, entre otras cosas, por los grandes flujos migratorios. Frente a esta realidad, es necesario saber conjugar solidaridad y respeto de las leyes, para que no se trastorne la convivencia social y se tengan en cuenta los principios de derecho y de la tradición cultural y religiosa, en los que la nación italiana tiene sus orígenes".
Como administradores locales, dijo luego el Papa, "advertís de modo especial esta exigencia, al estar más cerca de la vida cotidiana de la gente. Se exige de vosotros una especial dedicación en el servicio público que ofrecéis a los ciudadanos, para ser promotores de colaboración, de solidaridad y de humanidad".
Finalmente Benedicto XVI señaló que "la historia nos ha dejado el ejemplo de alcaldes que con su prestigio y su compromiso marcaron la vida de las comunidades: se ha recordado justamente la figura de Giorgio La Pira, cristiano ejemplar y administrador público estimado. ¡Que esta tradición siga dando frutos para el bien del país y de sus ciudadanos!".

ewtnnoticias.com

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